A vueltas con nuestras sombras


Hace unos días, una mamá con un niño pequeño, todavía bebé,  me comentó que había leído “La maternidad y el encuentro con la propia sombra” de Laura Gutman y que se había quedado sorprendida y hecha polvo al mismo tiempo pues parecía que el libro estuviera escrito para ella. Que estaba pasando por un proceso muy extraño y ese libro le había dado las respuestas.

Durante algún tiempo fui seguidora suya, lectora de sus artículos. Cuando leí algunos de los libros de esta psicóloga (“Mujeres visibles, madre invisibles”,  “La maternidad y el encuentro con la propia sombra”, “La revolución de las madres”) algo fuerte se movió en mi interior también, solamente que al no tener a mis hijos pequeños, sino adultos, pude entender las lecturas desde otra perspectiva. Y al no estar puérpera sino bien alejada de esa etapa de la maternidad, los terminé de leer sin culpabilizarme.

Reconocer hasta qué punto aparecen esos lados oscuros cuando una está criando no es plato de buen gusto pero creo que es interesante pararse y sentir lo que pasa, para poder entender lo que les pasa a nuestros hijos, especialmente si estos son pequeños y no tienen capacidad para expresar sus emociones mediante la palabra.

En Psicología Perinatal, nos hablan de que los bebés están fusionados con sus madres desde antes de nacer y conforme el tiempo va pasando y van creciendo y madurando, se produce el reconocimiento del yo y el alejamiento de la madre de manera paulatina y paralela, pero aún sigue siendo la madre la figura de referencia en la mayoría de las ocasiones si no hay otra figura maternante. Con lo cual podemos decir que, los hijos son nuestros espejos al mostrar las emociones que vivimos y que, incluso tratando de no manifestarlas o  escondiéndolas, ellos perciben y expresan como pueden, aunque sea enfermando.

Resulta frecuente encontrarnos con mujeres de temperamento nervioso que comentan lo nerviosos que están sus hijos. Mujeres que gritan se lamentan de tener hijos gritones. Mujeres con tendencia a la tristeza con hijos que se muestran poco alegres… y así sucesivamente. Porque como hemos dicho antes, los hijos hablan lo que las madres callan.

Y volviendo a Laura Gutman, soy consciente de que es una mujer a la que amas o a la que odias, que no contempla tibiezas. Porque realmente su sentido de la culpa traspasa lo que cualquier mujer y madre en proceso de crianza puede soportar, máxime si estamos acostumbradas a vivir en una cultura donde siempre se echan los balones fuera, esto es, donde tendemos a buscar culpables antes de reconocer responsabilidades.

Una mujer con tres hijas pequeñas, me comentaba hace unos días que la última, de poco más de un año, se había pasado todo el invierno malita… Ella es el prototipo de madre-cuidadora a veces hasta el exceso, y me comentaba que en ocasiones, se sentía sobrepasada pero sin capacidad para delegar o pedir ayuda… Le pregunté que, mientras tanto, cómo se había sentido ella y me respondió que muy mal, que estaba agotada física y mentalmente, que se sentía sola, que el trabajo de la casa la agobiaba, que las niñas la superaban… que no tenía ganas de nada, ni siquiera de estar con su marido (y no se refería sexualmente...)
Evidentemente yo puedo sacar mis conclusiones pero no suelo decírselas a nadie si no me preguntan, pero tal vez esta nenita con sus malos estares había expresado los (malos estares) de una madre demasiado preocupada en querer que todo saliera perfecto sin darse cuenta de que la cuestión  consiste en llevar el día a día, como podemos, como sabemos… con consciencia o sin ella, pero sin tantas exigencias. Sin culpables y sin perfecciones.

Porque cada persona es como es,  y así es también cuando está criando. Darse cuenta de lo que está bien y de lo que no está resultado tan bueno,  para poder cambiar, reconocer errores y tener voluntad de superación. Sentir, vivir cada día y cada momento desde el convencimiento de que una hace lo que puede y que si tal vez no llega a más es porque las cosas así han de ser…

Porque tal vez en busca de esa perfección, con el ansia de querer ser la mejor madre, una madre perfecta, no somos conscientes de todo lo que se nos queda en el camino y luego, cuando los niños enferman, los achacamos al cambio de tiempo, al cansancio, a que ha dormido poco… o a los virus.

Mirarse en el espejo de los hijos, desde mi punto de vista, es un ejercicio humilde y sencillo que nos puede dar unas pistas acertadas. Porque aunque no sean capaces de expresar mediante las palabras, sus cuerpecitos sabios sí pueden hacerlo por ellos.



Comentarios

  1. Anónimo1/7/15, 4:28

    Hola gracias por escribir opiniones de este tipo relacionados con la.maternidad Me sesiento.identificada ya que tengo una bebe de 6 meses, y aveces no se como.sobrellevar la soledad, aunque ella y dios son.mi compañia necesito aveces que alguien este conmigoy me responda, mi esposo trabaja todo el dia para darnos lo.mejor y lo veo ya hasta noche, solo.los fines de semana estamos los tres juntos todo el dia, y es que yo ya estaba acostumbrada a trabajar y a estar con el, y ahora me encuentro sola en casa, no reniego de la materniddad es lo mejor que te puede pasar, pero aveces me siento tan sola y mo se que hacer, pues ya no trabajo y tampoco salgo como dine solo.los fines de semana, y aparte mi bebe aunque se q todos los bebes necesitan los brazos de mama, la mia no.puede estar ni un segundo.puesta en la cama.o.cuna o.portabebe, asi que no.me.doy tiempo.para mi, apenas para cocina. Y algunos quehaceres del hogar per. Escuchando.los llantosde mi bebe asi que aveces no se que hacer solo amar mas a mi bb. Saludos lic, annamaria, espero.me.ayude mi correo lily_pereyrah@hotmail.com, y gracias por eacribir este articulo

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  2. Hola Lily. Lo que te pasa es normal máxime si la maternidad que te han vendido es un estado de maravillosa beatitud. La maternidad vivida en solitario es muy dura y son muchas las madres que. como tú se sientes solas, cansadas, tristes...
    Yo no puedo ayudarte, mi papel como doula no es ayudar sino acompañar a las mujeres e nsus procesos. Te diría que buscaras algún grupo de madres, que acudas a un parque donde se reúnan mamás con bebés e intentes acercarte a ellas, que busques algún grupo de apoyo de madres y que funcione entre iguales...
    Si la llevas bien porteada con el portabebés apropiado de forma que ella se sienta cómoda, encontrará placer en estar de esa forma ya que estará cerquita de ti y eso la calmará.
    Y sobre todo no te exijas ni te castigues por no llegar a todo, la crianza es así. Ya llegará el momento en que tu niña no te necesitará tanto..
    Por cierto, yo no soy la licenciada Annamaria Saracco, seguramente has entrado en mi blog a través del suyo.
    Yo soy doula y vivo en Europa, en España.
    Te deseo una feliz crianza, a pesar de todo.
    Un abrazo.

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  3. Anónimo2/7/15, 4:57

    Un maravilloso comentario. Muchas veces sentimos que no lo estamos haciendo bien. Yo entró a trabajar en dos días y mi bb de tres meses no acepto chupón chupeta ni lechuga en vaso ni con cuchara ni en bolsita..... Y llegas a cuestiónarte que SOS mala madre terminamos llorando.... Es muy difícil ser mamá... Ojalá pudiéramos tener a una Doula cerca que nos diga que todo estará bien. Que él se va a alimentar cuando yo ya no este pasado mañana, o que va a poder dormir sin tener su tetica cerca... :( Ojalá pudiera aconsejarme que hacer! Que debo y que no.... Que hago si no encuentra consuelo en brazos de su abuelita.... Gracias x la nota muchas veces nos hace sentir mejor! Un abrazo y siga adelante que la necesitamos!!! Y para la mamá anterior: Es agotador pero lo estas haciendo bien Dios nos guía... Un abrazo

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    Respuestas
    1. Es normal cuestionarse si una lo está haciendo bienn, se trata de la personita a quien más amamamos. Sin embargo, no se puede vivir la maternidad cuestionándose, ni culpandose... seguro que desde el amor y con sentido común, se pretende siempre lo mejor.
      Respecto al tema de la abuelita, si tú le dices cómo quieres que trate a tu bebé y te muestras segura ante los dos, se quedarán tranquilas y confiadas. Si les muestras temor y angustia, tanto abuela como bebé lo percibirán y se quedaran temerosas.
      Confía y siente que si así han de ser las cosas, así serán.
      Muchas gracias por tus palabras. Vuelve cuando quieras.
      Un abrazo.

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    2. Gracias por su repuesta, me reconforta, de todo corazon que se tome.el. tiempo para responder, y a la otra mama q contesto, muchas gracias, saludos desde chiapas mexico

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