Vídeos y más vídeos (de partos).




No voy a hablar de partos, sino de vídeos de partos. Vaya por delante mis respetos a todas las mujeres que han tenido hijos, de la forma que haya sido y hayan grabado esos momentos.

Más de una mujer embarazada me ha dicho que le encanta ver vídeos de partos y que tiene unas lloreras hasta allá queriendo que el suyo sea ¡taaaaan bonito como esos!

Personalmente, no veo positivo el visionado de muchos videos por una razón de peso: ese no es TU parto, sino el parto de otra mujer.  El tuyo, seguramente,  no tendrá nada que ver con los que has visto,  y entonces…

Sé que puedo llegar a ser muy cansina cuando repito que cada mujer tiene su parto, o para concretar más, cada mujer tendrá a sus hijos de una manera, ya sea mediante cesárea o por parto vaginal, independientemente de si es respetado o no.  Porque cada mujer es portadora de SU propia historia personal y el parto, al fin y al cabo, es el resultado de un tiempo de gestación, el cual constituye una parte importante de esa historia…

Para hacer honor a la verdad, no negaré que algún vídeo he visto, sobre todo al principio cuando comencé a introducirme en el mundo del acompañamiento. 
También digo, insisto, en que poco tienen que ver esos vídeos escogidos a los partos reales que yo he acompañado, donde las mujeres se suelen mostrar como mamíferas, sin restricciones, sabiendo que su parto queda en la más absoluta intimidad.

Estos días se está compartiendo insistentemente por Facebook un vídeo con una serie de partos donde todas las mujeres salen vestidas, con sujetador, top del bikini, camisetas e incluso una de ella pare a su bebé ¡con las bragas puestas!  ¿A que no te has fijado en las enormes bragas negras que lleva esa mujer

Vuelvo a decir para que nadie me confunda, que no es un juicio a los partos ni a los nacimientos de esas criaturas, sino que mi sentido común me lleva a que, de entrada, están ocultando la belleza de un cuerpo de mujer desnudo en el acto maravilloso de dar vida a la Vida. La hermosura de esos cuerpos abriéndose, frente al pudor de quien rueda el vídeo o del publico a quien va dirigido su visionado. Eso es lo primero que a mí me ha llegado. 

Lo segundo, me conduce a ponerme en la piel de esos bebés recién nacidos anhelantes de contacto materno, deseosos de sentir la piel cálida de sus mamás, ansiosos por oler y reconocer el pezón en sus pechos para llevárselo a la boquita. 
Me gustaría saber de qué manera acceden a ese agarre espontáneo desde la postura biológica, sin que nadie los toque ni les metan prisas, hacia el encuentro de esa fuente hermosa que les alimentará con la leche de sus mamás…¡Hasta sale un bebé que está lamiendo la puntilla del sujetador de su madre!
  
Y lo tercero que veo es que, en todos los partos sale un hombre co-protagonista, olvidando que los dos únicos actores en este acto perfecto son el bebé que nace y la mamá que lo trae al mundo, lo que me lleva a entender que ellas solas no pueden parir, a pensar en la imagen de pareja heterosexual feliz. Sin embargo ¿qué pasa cuando no hay papá? ¿Qué pasa con las mujeres que tienen por pareja a otra mujer? ¿Qué pasa con las parturientas acompañadas por otras mujeres, como las doulas, por ejemplo?

Si nos centramos en ese momento sagrado, respetando la intimidad y la privacidad de la que tanto habla Michel Odent, para dar paso a todas las hormonas que intervienen, siento algo que no puedo definir y que me deja con una sensación extraña, como de montaje cara al exterior. E insisto una vez más porque sé que,  luego leyendo, pueden surgir los malos entendidos: no es un juicio a los partos y a las mujeres en sus formas de parir, sino al hecho de comercializar el acto de parir en sí.

Y ya puestos, siendo que el nacimiento y el acto sexual comparten mucho, ¿te imaginas una grabación mientras haces el amor con tu pareja? ¿Estarías vestida evitando así disfrutar de las maravillosas sensaciones que produce el suave contacto de un cuerpo amoroso? ¿A cuántas personas les ibas a permitir la entrada? ¿A quien le ibas a vender esa grabación? Y luego, ¿subirías el vídeo públicamente para que se hiciera viral?

Sé que alguna estará de acuerdo conmigo, de la misma forma que muchas estaréis en contra de lo que digo.  Aunque realmente y  en este punto, no me importa, pues hace tiempo que dejé de decir lo que una mayoría quiere escuchar para, simplemente, expresar lo que siento.

Esto es todo, amigas.



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