IN-Toleracia

Aunque mi tendencia es pensar que todo el mundo es bueno, aún cuando se demuestre lo contrario, lo cierto es que a veces y frente a la intolerancia de ciertas personas, no puedo por menos que mostrarme confundida.

Porque, vamos a ver ¿cómo queremos que el mundo cambie, que desaparezcan las luchas e impere la igualdad si dentro de pequeños núcleos en nuestra sociedad se palpa la falta de tolerancia?
Es curioso como a la hora de exponer y de debatir ideas, las personas nos volvemos susceptibles… nos sentimos atacadas si nuestro/s interlocutor/es exponen algo contrario a nuestra línea de pensamiento.  ¿Tan difícil resulta aceptar que todos no somos iguales, que somos seres únicos y como tal vivimos y nos desarrollamos? ¿Es tan complicado aceptar que cada persona es el producto de su historia, de su memoria genética y de sus experiencias?
Nos empeñamos en convencer a los demás de nuestra verdad.  Somos capaces de dar vueltas y vueltas a un tema sin llegar a ninguna conclusión, sin querer ver que, quien está enfrente, no tiene nada que ver con lo que yo siento y de la forma en que yo vivo… mi vida. Nos emperramos en discutir hasta la saciedad las ideas preconcebidas sin aceptar la posibilidad de cambio. 
 
Creo que hasta que la tolerancia no forme parte de nuestro ser y aceptemos que es tan necesaria como el respirar, no podremos asumir ese cambio que es tan necesario, básicamente, para seguir creciendo como personas.

Con Amor .

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