De vez en cuando siento un impulso, una necesidad. Me da la “pajarera” de abrir armarios, cajones, carpetas, hasta el mismo ordenador y tirar todo lo que no me vale. Es como si necesitara nuevos espacios, renovar mis existencias y dejar sitio para lo nuevo. Para lo que es ahora más importante y me va llegando.
Porque conforme avanzo siento que necesito menos, siento que si voy ligera de equipaje el viaje puede resultar más tranquilo.
Así, abro el armario y saco ropa que hace tiempo no me pongo, abalorios que guardo por si cambia la moda, zapatos de tacón por si llega alguna ocasión y bolsos de fiesta… para esas fiestas a las que luego no voy.
Y abro cajones y empiezo a sacar papeles, apuntes, cuadernillos, textos que algún día me sirvieron y que ahora, pasado el momento, no tienen sentido.
Y así, voy sacando, apartando, tirando objetos.
Ahora entro en mi ordenador y hago lo mismo. Carpetas con una música que tuvo su momento. Cartas que alguien en su día mandó y textos que fueron enviados por algún motivo. Presentaciones de power point, de esas que impersonalmente recibo y que también tuvieron su mensaje. Apuntes de algo que estudié y recuerdos de algo que se fue.
Porque es ahí donde se acumulan las riquezas, es ahí donde las experiencias positivas se quedan almacenadas. Es en mi corazón inagotable donde tienen cabida las cosas, los sentimientos, las personas que están y las que llegan, haciendo mi vida más agradable. Porque es ahí donde se aloja lo verdaderamente útil.
upps...yo estoy en un momento así....
ResponderEliminary no es casualidad, que vuelve a coincidir una limpieza de trastos, con trabajo y revisión interior.....mi casa, y toda yo, rozamos el caos!!! besos
Si, pero después del caos llega una serenidad increíble, de verdad te sientes ligera de edquipaje... por fuera y por dentro. Así es que ¡no pares, sigue, sigue!
ResponderEliminarCon Amor.
hola me gusta mucho, y es cierto........
ResponderEliminarMe alegra que te guste...
EliminarBonita reflexión.
ResponderEliminarA medida que somos mayores necesitamos ir más ligeras de equipaje en el sentido más amplio y darle importancia a lo que realmente lo tiene. Ves más cerca el momento de emprender el último viaje y te desprendes con gusto de todo aquello que no podrás llevarte, tratando de atesorar lo que si permanecerá por siempre.
Cierto es que las cosas, con la edad, se miran de otra forma. Y nos damos cuenta de que cada vez necesitamos de memos cosas materiales.
EliminarGracias por tu visita y vuelve cuando quieras.
Saludos.