Me remoto a hace más de 40 años. Marido
trabajaba en una gran empresa de muebles, era Jefe de Producción y Director de Personal. Tenía un salario decente.Yo, por mi parte, trabajaba como Secretaria
de Dirección en la financiera de un gran banco y, aunque era algo que no me
satisfacía, mi jornal era… medio decente. Teníamos que vivir, pagar un piso de alquiler y una hipoteca que ir amortizando.
Estando en esta empresa me quedé
embarazada. Marido y yo hicimos planes para cuando naciera el bebé (no sabíamos
qué era, no existían las ecografías). Por deseo mío y de común acuerdo,
decidimos que yo dejaría este trabajo para quedarme en casa y CRIAR, cuidar del
bebé y de los venideros. Yo no sabía de la existencia de
Bowly y su teoría del apego, no sabía nada de Reich, ni que existía Nils Bergman
y sus estudios sobre los primeros 1000 días, no sabía nada de crianza… me
dejaba guiar por mi deseo de ser madre y por lo que mi cuerpo mamífero me
pedía.
Mi madre, mujer sabia donde las
hubo, un día en…
ufff no lo he acabado...me he quedado en la episiotomía...
ResponderEliminarpero es verdad. si estamos informadas, debemos buscar alternativas...mientras no cambien.
gracias
Cuantas imagenes y recuerdos pasando por mi cabeza. Mi primera experiencia como trabajadora de la salud fué en un servicio de paritorios al cual volví trabajar en varias ocasiones más.y tan sólo comentar que aquellas experiencias fueron las determinantes para saber que si tenía un hijo algún día elegiría otro modo para mi y mi hija. Y así fué,Violeta nació en un ambiente de amor y respeto total hacia ella y hacia su familia ,el modo en que nació no era el que yo había programado, pero eso ya no dependía sólo de mi, la vida me enseñó mucho con la elección que se me ponía delante y rendirme más allá de mis deseos a la aceptación y el entendimiento de mi primera lección con mi hija.yo tansólo era el "instrumento" a través del cual ella decidía nacer, y así fué en una cesárea respetada, acompañada en quirófano con mi pareja, acogída por mi hermana y el hermano de Violeta.Enganchada a la teta a pesar de sus 2.250 kgr, acunada y cuidada como "niña canguro". Así que amores mías elegid siempre lo que deseais para vosotras y vuestras hijas,desde la responsabilidad como mujeres adultas que sois,com amor por y hacia la vida.
ResponderEliminarCon amor
Cristina
¡Uff! Este tema hiere mi alma de mujer.
ResponderEliminarEstar junto a ti cuando nació Violeta es un recuerdo que siempre permanecerá en mi corazón, Hermana. Fue tan grande el momento...
Eva, este documento hemos de verlo con mucha calma y mucho Amor... de otra forma, no podremos entenderlo.
Gracias por vuestros comentarios.
¡Madre mía!¡Qué horror, qué dolor, qué falta de respeto y qué violencia contra la propia vida! Y qué hermoso es ver a la naturaleza actuar por sí misma...Sabemos hacerlo, hemos de confiar en nosotras en este cuerpo de mujer que está lleno de poder y sabiduría. Somos capaces de parir, de mover montañas con nuestra fuerza. Agradezco a la vida ser mujer y haber sabido elegir la manera de traer al mundo a mi hijo. Fue lo más salvaje que he sentido en mi vida, nunca antes me sentí tan enganchada a la vida, a la tierra, al universo...
ResponderEliminarBesos y gracias
Esther
Qué bien que las mujeres valientes como tú levanten su voz y su ánimo. Pero tristemente no llega a todas... cada cual elige. Esa es la realidad.
ResponderEliminarGracias por darte un paseo por aquí y compartir.
Ufff, esto me ha hecho recordar...
ResponderEliminarTodo mi esfuerzo por querer parir a mis dos hijas y no poder.
Por parto natural.
Por circunstancias, tuvieron que realizarme cesareas.
Y por lo que me termino de dar cuenta, creo no lo he integrado.
Pues mis lagimas rodaban por mis mejillas.
Pero gracias hermana, ya hicistes de Doula, sin tu saberlo.
Gracias por tu coraje.
Carmen.Te quiero.