Hace por ahora un año me lo regaló una persona muy apreciada y aunque lo tengo siempre a mano para echarle una mirada en momentos de duda, ahora ha sido ella misma quien me lo ha recordado… y os lo quiero recomendar.
Es una lectura sencilla, sin apenas palabras pero que llega profundo, justo donde tiene que llegar.
Como dijo Lao Tse, “Aquello que para la oruga es el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa”. Gracias, Amiga.
Hola, menudo ritmo de actualizacion!!
ResponderEliminarCreo que estaba en tu casa el día que le regalaron ese libro y me lo lei...
Si el recuerdo que tengo es cierto, verdaderamente es muy interesante!
Besos!
jajajajja, María, más bien estaba en la mía...
ResponderEliminarDisfruté regalandotelo, eligiendolo y dedicandotelo. La próxima vez que nos veamos caerá otro. Abrazos fuertes.
Si María, estabas en MI casa cuando lo leíste. Como bien dice Carmen, me lo regaló en SU casa un fin de semana que estuve en Madrid.
ResponderEliminar¡Vaya lío! En cualquier caso, el cuento merece la pena y yo disfruto doblemente, por él mismo y por lo que me evoca...
Gracias, corazones.
Ahora se puede responder a los comentarios, que interesante jejeje
EliminarParece que todas teniamos razón y todas lo hemos leido jejeje
Muchos besos a las dos, no te conzco Carmen, pero besos igualmente XD
¡¡Anda, es verdad!! :) Besos recibidos y de vuelta!!
EliminarPor cierto, Concha, ¿Como has puesto la opción de responder?...A mí no me sale, snif...
EliminarQuerida Concha;
ResponderEliminarHace mucho que no visitaba tu blog y hoy lo he hecho. Y me he dado cuenta de no es bueno sumergirse en una misma tan solo porque la vida le ha dado otro golpe inesperado. Hay que salir del He vuelto atrás en muchas de tus entradas, he escuchado música, he leído sobre la soledad, la tristeza, el reencuentro con uno mismo, la alegría de ser mujer, la necesidad de hacerle frente a las dificultades para nacer de nuevo, nacer a la vida que tal vez veníamos negando porque otras cosas nos preocupan/nos preocupaban. La vida es uno mismo y cuánto tardamos en darnos cuenta. Es uno mismo y… los demás.
Me ha llamado la atención el texto que has sacado de las flores de Bach. Tal vez porque ando con uno de los remedios a cuestas, tal vez porque habla de la libertad personal. Supongo que el pasado nos arrastra y duele y cuesta dejarlo atrás y no estoy muy convencida de que hayamos de borrarlo. Es nuestro, nos ha hecho lo que somos. Quizás fuera mejor simplemente aceptarlo como algo totalmente inherente a nuestra capacidad de vivir y de sobrevivir.
Aunque no te escriba te tengo muy presente. Quiero que sepas que creo que estoy empezando a ver con más claridad. Estoy empezando a desprenderme del lastre que suponen las cosas materiales. No porque quiera prescindir de ellas sino porque sé que he de cambiarlas por otras, más simples y a las que no deberé aferrarme. El dolor de perder un hogar no se lo doy a pasar a nadie. Y pienso que si no lo hubiera tenido, no lo perdería. ¡Tan simple y tan difícil de entender, de aceptar!
Qué hermosa la frase de Lao Tse. Gracias a ti y gracias a tu amiga.
Ya sabes que te quiero un montón y que me gustaría estar cerca de ti en estos momentos tan duros.
Besos a los tuyos, a todos.
Toya
Bienvenida de nuevo a la realidad, a lo cotidiano, querida Toya. El dolor de la pérdida es humano, siéntelo y sánalo. Y si en el proceso sueltas lastre, sentirás más ligereza para comenzar, de nuevo, el camino.
Eliminar¿Sabes? la gran ventaja de cumplir años para algunas mujeres está en que se abre una vía de sabiduría... Así te veo cada vez más, Amiga, como una mujer sabia.
Tus palabras, a pesar de la distancia, tienen la misma calidez que en la cercanía. Mantengamos el vínculo... no hay nada imposible cuando se desea con el corazón.
Abrazos amorosos.