¡Somos hembras mamíferas!



Soy gran aficionada a los documentales, especialmente si se tratan de temas referentes a la Naturaleza.  Me encantan los de todo tipo de ser viviente. Pueden ser aves, peces, insectos, reptiles… y muy especialmente, los de animales mamíferos.  ¿Por qué? Porque me gratifican, me enseñan, me hacen sonreír, me enternecen, me asombran… incluso me relajan.

Cuando hablo con alguna madre en proceso de crianza, ya sea embarazada o lactando, siempre pongo por ejemplo a los animales en su hábitat,  ¡es asombroso ver sus comportamientos! Y enseñan tanto…

Por ejemplo, no he visto que ninguna hembra mamífera alimente a sus hijos solamente cuando ella quiera, sino todo lo contrario. Está a disposición de sus cachorros para que ellos se auto-suministren, o sea, es una auténtica alimentación “a demanda”. 

Tampoco he visto a ninguna de ellas alimentar a sus hijos con leche de otra especie… y la verdad es que sería curioso ver a una jirafa alimentando a su cría con un biberón de leche de… elefanta, por ejemplo.

Cuando una leona está a punto de parir, lo hace de día - porque básicamente, el león ataca para alimentarse por la noche- y apartada del resto de la manada. 
Cuando una hembra de delfín va a parir, sus compañeras forman un círculo y la protegen. También durante la crianza se apoyan unas en otras, forman "su tribu" de hembras.

Las hembras de los grandes primates son un ejemplo de madres protectoras, siempre llevan a sus cachorros encima, les amamantan hasta bien mayores, interactúan con ellos en los juegos… También se apoyan en el resto de las hembras para cuidar de los cachorros.

No estoy tratando de dar una clase magistral de zoología, ¡tengo tanto que aprender!,  sino simplemente, comentar comparaciones entre ciertas actitudes que inciden en la conservación de la especie y que es propia de los animales conectados a su instinto y –supuestamente- sin pensamiento racional.

Viendo los documentales y trasladando todo esto a la hembra humana, puedo ver grandes diferencias… las hembras de los animales se juntan para parir, para amamantar, para jugar,  para proteger... No permiten interferencias de nadie, en ocasiones, ni siquiera de los machos de la manada (y siempre tiene su explicación).

La hembra humana es la única que no pare a sus hijos de forma natural. Sus nacimientos son intervenidos, manipulados, instrumentalizados… no paren acompañadas de sus hermanas de tribu, sino muchas veces en compañía de seres ajenos a ella y de su macho reproductor.  También es la única que permite que le arrebaten a su cría nada más nacer.

La hembra humana es la única que no amamanta a sus crías con su propia leche. Suministra a sus bebés leches adaptadas, pero finalmente, leche de un mamífero bien distinto al de su especie, en la mayoría de las veces, de la vaca.

La hembra humana es la única que no lleva encima a sus bebés mientras ellos la necesitan. Se han inventado artilugios para transportarlos alejados de cuerpo cálido y acogedor que es el de su madre.

La hembra humana es la única que no protege a sus crías cuando duerme, las coloca alejada de ella, en un cubículo apartado, en el peor de los casos… en un recinto aparte. Y no atiende a su llamada.

Afortunadamente, cada vez son más las madres que viven su maternidad de una manera que antes eran excepciones, porque cada vez son más las mujeres que elijen su forma de parir, que deciden cuando, con quien y como. Cada vez son más las madres conscientes que amamantan, que portean a sus hijos, que duermen con ellos o, al menos, los tienen a su lado. Cada vez son más las madres que atienden al llanto de sus hijos y que, a pesar de los empeños de determinados personajes, no los dejan llorar.

Pero no deja de ser lamentable que necesitemos que nos recuerden que somos hembras mamíferas y que instintivamente, tenemos unas actuaciones adormecidas a base de habérnoslas hecho olvidar, a base de habernos machacado desde fuera en contra de lo que nuestro cuerpo necesita y nuestra alma reclama.

Atendamos a nuestro instinto y confiemos en nosotras, en nuestro cuerpo, en el proceso de la vida, en la Naturaleza… y si para ello hemos de hincharnos a documentales, ¡adelante, yo os animo! Seguro que no os vais a arrepentir. Porque lo que entra por la vista va directo a donde tiene que llegar y difícilmente se olvida.

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, Laura. Me gusta que te guste. Un abrazo.

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  2. me encantó (como siempre!) el post.
    Lástima que en estos temas no haya un término medio, o más bien, no es que no exista, sino que nadie va a su encuentro.

    Un beso.

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    1. Bueno, bueno... cada persona anda por donde le toca, en ella está cambiar de rumbo.
      Muchos besos.

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  3. Me encanto, tres veces te puse un comentario y se me borro. Me gustaria que muchas personas lo leyeran y entendieran muchas cosas.

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    1. Si que es un lata esto de que, a veces, los comentarios no se quedan.
      Y sí, es cierto que algunas personas deberían leerlo, pero bueno, ya sabes que pienso que cada cual está... donde está. No hay más.
      Besos.

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  4. ¡Que post más bonito Concha!! Pasar por aquí siempre deja una lucecita en el corazón.
    ¡Y es un gusto ver lo bonito y siempre cambiante que es tu blog!! Da alegría tu arte!!
    Un besote, me daré una vueltita que hace un tiempo que no conecto.

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    1. ¡Hola reina, me alegra saber de ti! Supongo que tan ocupada, como siempre...
      Me gusta que te guste mi humilde blog, corazón. Si te hace sonreír y cambiar el "chip" por un momento, ya tiene razón de ser.
      Abrazos (y para los pequeños príncipes, también)

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  5. Ah, mi querida Concha:
    Como muchas veces, has dado de nuevo en el clavo. Parece que los humanos estamos cada vez más lejos de nosotros mismos y no sólo a la hora de parir y criar. La tecnología nos reemplaza y no es que yo quiera volver a lavar la ropa yendo al río o ir a por agua a la fuente o guisar con carbón, ¡¡no!!; a lo que me refiero es a que estamos perdiendo nuestra calidad y cualidad de animales. Ya no somos naturales ni estamos pegados a la tierra. El asfalto nos hace más agresivos, nos comunicamos menos porque es más guay usar el móvil o meterse en Facebook o Tweeter… Llevamos más frío en el alma porque cada vez estamos más solos, más lejos de nosotros mismos y lo aceptamos como si fuese la Biblia. Quizás (y ojalá) cuando muchas, todas, las mujeres vuelvan a ser mamíferas las cosas vuelvan algo a su estado natural (con todo y la tele, por supuesto…).
    Con el cariño y agradecimiento de siempre: Toya

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    1. Decir que comparto tus palabras de mujer sabia no sería suficiente para expresar aquello que, quizás por los años vividos, ambas sabemos y tenemos integrado.
      GRACIAS, porque posiblemente, algunas mujeres también lo sientan y no sepan decirlo.
      Un fuerte abrazo.

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  6. Ay Concha... que bonitas palabras, que ser tan maravilloso eres... tu sabiduría y tu sensibilidad son infinitas. Es tanto lo que te admiro y me sorprende descubrir cada cosa que tenemos en común, esta vez una mas, siempre que veo un documental pienso: "mira que disfruto yo viendo estas cosas, aunque sea en mi sofá, sin salir de casa y en contacto con la naturaleza como a mi me gusta, pero es que prefiero verlos asi en su hábitat que en un zoológico mire usted..."
    Te mando un fuerte abrazo y te deseo lo mejor

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