Dedicado a Paula, a Lourdes, a María, a Laura.
Como me comentó en una ocasión Angels, mi amiga
terapeuta, la Vida no pasa como una
línea recta, sino como una línea ondulada… más bien quebrada, con continuas
subidas y bajadas.
Durante el transcurrir de mis días intento
observar las cosas que me suceden para así poder integrarlas y trascenderlas. Ahora,
llevaba unos días física y emocionalmente cansada, bajo mínimos tratándose de
energía. Y sé que cuando esto me sucede algún hecho se presenta en
breve para sacarme de ese estado, para rellenar mis depósitos. Así es que no
tenía más que esperar a que mi proveedor habitual, el Universo, moviera ficha.
Y ayer fue el día en que, unos acontecimientos me
devolvieron la energía… a pesar de que parte del cansancio físico aún permanece en
espera del momento oportuno para disfrutar del merecido descanso.
Había quedado con Paula para comer. La conocía a
través de Sina. Estaba realizando su practicum de psicología y estuvo viniendo
conmigo al voluntariado en el Hospital.
Hicimos buenas migas pero el curso acabó, ella presentó su trabajo
(obteniendo una merecida nota máxima), llegó el verano y nos alejamos. La semana pasada, me dijo que le apetecía que
nos viéramos, que tenía ganas de charlar.
Y como el sentimiento era mutuo, nos encontramos. Con apenas tres horas nos pusimos al día, fue
como si nos hubiéramos despedido el día anterior… a pesar de los importantes acontecimientos
que habían sucedido en su vida.
Hablar con ella, con esos jóvenes 24 años y la
sabiduría que encierran, me aportó confianza en el futuro, sabiendo que mujeres
como ella serán las sabias del mañana. Tranquila, equilibrada, amorosa y
siempre sonriendo, Paula es una muestra de las futuras madres que cambiarán el
mundo.
Me estaba esperando otra chica y acudí a la cita
tras despedirnos . A Lourdes la conozco desde pequeña y ahora está embarazada
de su segundo bebé: Cristina. El
primero, un niño, nació hace cuatro años mediante una cesárea programada y ella todavía no ha curado sus heridas.
Como no hemos perdido el contacto, Lourdes sabía que soy Doula pero hasta ahora no había prestado una especial atención. En estos
momentos, cuando se plantea que NO quiere una nueva cesárea, que quiere un
parto vaginal lo más respetado posible, que quiere vivir y sentir su parto… en
estos momento me llama porque quiere que la acompañe durante este proceso,
quiere que sea SU Doula.
Hablar, exponer, sacar… miedos, dudas,
desconfianzas… este ha sido el primer paso. Nos quedan poco más de tres meses
para este caminar…
Tras un día intenso y antes de volverme al pueblo,
conecto el ordenador y en el correo encuentro mis dos últimas alegrías del día
¡vaya “casualidad”!
En un mensaje breve pero muy intenso, María, la
joven muchacha con la que compartí unos días durante mi estancia en Galicia, me dice lo
contenta que está por habernos encontrado, cómo se sintió de bien durante
nuestras conversaciones, y lo agradecida que se siente porque la Vida (y su
madre, allá donde esté) la protege y la provee de lo que va necesitando.
María es otra pequeña gran mujer, por la edad, no
por la sabiduría que encierra ni por su estatura. Es otra mujer con una
inteligencia emocional digna de mención. Con lágrimas en los ojos -resulta
imposible no emocionarme ante estas situaciones- releí el mensaje. Aún tengo
pendiente responderle…
Y como no hay dos sin tres, ni tres sin cuatro,
otro mensaje trajo una nueva sonrisa a mi cara y otra chispa de alegría a mi
corazón.
En esta ocasión venía de una mujer de la que hace
¿más de dos años? no sabía nada. A Laura la conocí –virtualmente- a través de
uno de los foros en los que estuve participando. Era madre de un niño pequeño y
desde el principio hubo entre nosotras eso que ahora se dice tanto: feeling. Además de por el foro, nos escribíamos por correo electrónico. Decía que me parecía mucho a
su madre…
Sucedió un acontecimiento muy desagradable, un mal
entendido que no se pudo solucionar. Y nos distanciamos drásticamente. Lo lamenté
muchísimo, ella nunca supo cuánto…
Ayer me escribió para decirme que había tenido una
niña y que se había acordado de mí. Que sabía a través de este blog… pero que nunca decía nada.
Mi tendencia es creer en la gente y por eso sus palabras
escritas las percibí sinceras. Y me
gustaron. Y me emocionaron. Porque, al fin y al cabo ¿qué sentido tiene
mantener una enemistad o un “mal rollo” por nada? ¿No somos más felices cuando
los demás también lo son?
Llegada la noche, hice un balance de todo lo
sucedido. Me sentía pletórica, llena, recargada… ¡tan sencillo y tan fácil!
Y es que no me equivoco cuando digo que el
Universo, o la Vida, o Dios… cada cual como quiera llamarle, provee a todas sus
criaturas de aquello que necesitan, de aquello que convencidamente merecen.
Por circunstancias, en mis momentos, ahora,
me relaciono con mujeres jóvenes, podrían ser hijas mías. A veces me pregunto el por qué. Seguramente
mi experiencia, mi escucha, mi serenidad les aporta lo que necesitan para ir
cubriendo huecos, para ir completando su existencia.
Pero de lo que quizás no sean sabedoras es de todo
lo que ellas me aportan a mí: vitalidad, confianza, juventud, alegría,
esperanza… cariño.
Así es que todas salimos ganadoras en estas
experiencias, en estos encuentros, en estos intercambios. Porque al fin y al
cabo de eso se trata, de mover una carga de energía que nos haga, simplemente,
felices.
qué entrada más alegre! me gusta leer estas cosas :) y es realmente admirable
ResponderEliminarMe alegro mucho, Conxa. Un beso fuerte!
Me gusta compartir estas cosas Esther. No todo lo que sucede es negativo. Hay muchas cosas buenas, positivas... ojalá todo el mundo las compartiera y se contagiara un estado de ánimo más alegre.
EliminarAbrazos.
Que bonito post, Concha, me ha gustado mucho! Me alegro de todo lo que te sucedió ayer!! Un besazo!
ResponderEliminarMe alegro de que te alegres. Y gracias por venir.
EliminarBesos.
Mientras leía la entrada se me han puesto los pelos de punta, sobre todo cuando he leído que María te había escrito :) Me alegró mucho verte ayer, y como tu dices...trasmites muchisima serenidad y tu sabiduría me enriquece muchísimo, porque creo que estas abriendo una puerta en mí, algo que es inevitable y que va a hacer que crezca como persona. gracias por tus palabras Concha! Un beso!
ResponderEliminarLa puerta la has abierto tú, amor, con tu curiosidad por la Vida, con tu valentía. Tú eres la que quieres crecer...
EliminarEl privilegio es mío al encontrarte en mi camino. Gracias ha ti por ESTAR.
Abrazos amorosos.
Te agradezco que compartas estas cosas, es algo bastante íntimo aunque a simple vista no lo parezca.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo contigo sobre lo de que el Universo provee a cada uno de lo que necesita, ojalá fuera así para todo el mundo.
Es muy bonito lo que cuentas, cómo se van tejiendo redes de amor, amistad y apoyo entre mujeres. A mí me hace falta algo así en mi vida.
Un abrazo grande, eres grande tú también.
Son cosas íntimas, Iranzu, pero no privadas ni inconfesables. Ya sabes que me gusta compartir lo bueno (bastante tristeza hay por el mundo).
EliminarEn cuanto a lo del Universo... sería un tema para debatir tranquilamente en una salita de estar junto al brasero.
Y la red se puede tejer fácilmente, cielo, con cariño, con respeto, con la verdad... con Amor. Tod@s tenemos cabida.
Besos y abrazos.
Me alegro contigo, Concha. Un abrazo.
ResponderEliminarLo sé y te creo. Gracias de corazón.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Gracias concha yo también me siento contenta ,más serena y confiada aún tenemos trabajo que hacer y me alegro que vayas a estar a mi lado en este viaje alucinante ....un abrazo.
ResponderEliminarAlucinante es lo que somos capaces de hacer las mujeres cuanto nos afianzamos, cuanto retomamos nuestra conexión y nuestro poder.
EliminarY ya sabes: tú puedes.
Besotes.
Amama... gracias por esta entrada. Me emociona muchísimo...
ResponderEliminarSiempre me aportastes muchísimo -y me sigues aportando, aunque sea desde la perspectiva de una "mirona", je-.
En la vida, hay que continuar hacía delante y desprenderse de lo que provoca malestar, y un malentendido es eso, un malentendido... hay que saber pararse, reflexionar y ponderar... y reconocer los propios fallos...
La llegada de Ana hizo que me acordara mucho de ti -es cierto-, que entendiera más tu percepción del mundo y me hizo echar muchísimo de menos el no tener a alguien como tú a mi lado en ese momento...
No me puedo quejar, no tuve un mal parto -la intervención fue lo más mínima posible dadas las circunstancias-, pero eché en falta esa visión tuya reconfortante y cálida, que da seguridad en la propia naturaleza y cuerpo...
Probablemente nosotras te aportaremos esa vitalidad y frecura propia de la juventud, pero tú nos aportas seguridad, calma y sabiduría que muchas veces no sabemos donde encontrar.
Prometo dejar de ser tan mirona y ser más participativa... ;)
Besitos.
Laura.
Bienvenida a este espacio, Laura.
EliminarY me alegra ver cómo de nuevo podemos comunicarnos desde la serenidad y desde esa confianza que tuvimos. De corazón, me alegro.
Ya sabes -seguro que lo recuerdas- mi manera de pensar respecto a estas cosas y todavía me reafirmo más en la atracción que algunas personas mostramos hacia otras. Y sin duda que la magia existe.
Que este reencuentro no tenga final.
Con Amor.
Querida Concha:
ResponderEliminarMe alegra tu alegría y me regocijo contigo en todo aquello que impartes sin esperar nada a cambio: cariño, consejos, comprensión, alegría de vivir la vida que nos ha tocado en suerte…
Cada vez te quiero más.
Toya
Gracias Toya, de corazón. Si algo bueno tiene cumplir años es el aprendizaje que comporta y el bagaje que acumulamos (tú la sabes muy bien). Quedarme con lo positivo es mi intención. Y compartirlo.
EliminarI love you too.
Uala, Laura, enhorabuena por la nueva nena,me alegra saber de ti por aqui, espero que todo vaya mucho mejor, un abrazo enorme , besos de trasgo para tí también Conchaseñoradepiernasestupendas y corazón enorme
ResponderEliminarSiempre, de una forma u otra, consigues arrancarme una sonrisa.
Eliminar¿Te das cuenta de la grandeza del ser humano? Me alegra saber que te alegras con/por los demás (finalmente, no es tan fiero el trasgo como lo pintan)
(Y eso de las piernas estupenda me sube el ego ¿será malo? ja, ja)
Un abrazo de los buenos.
EliminarNo se como lo haces Concha, pero siempre consigues que lea tu blog con un gran interés,me encanta como nos describes tus experiencias.
No creo que haga nada especial, mi querida Magda. Solamente expreso lo que siento. Eso sí, lo hago desde el corazón...
EliminarBesitos.