Disminuye
el ritmo de mi vida, Señor
calma
el latir de mi corazón aquietando mi mente.
Reduce
mi paso apresurado con una visión de la eterna extensión del tiempo.
Dame
en medio de la continua confusión la calma estabilidad de las montañas
milenarias.
Rompe
la tensión de mis nervios y de mis músculos
con
la serena música del canto de los arroyos vividos en mi memoria.
Ayúdame
a conocer el mágico poder restaurador del sueño.
Enséñame
el arte de tomarme breves momentos de pausa,
de
disminuir mi ritmo para observar la flor,
para
charlar con un amigo, para acariciar a un perro,
leer
algunas líneas de un buen libro.
Recuérdame
cada día la fábula de la liebre y la tortuga,
que
pueda aprender que la carrera no siempre la gana el que va más rápido
y
que en la vida se puede hacer algo mejor que aumentar la propia velocidad.
Haz
que eleve mi mirada al enorme roble
y
sepa que ha llegado a ser grande y fuerte
porque
creció lentamente y bien.
Disminuye
el ritmo de mi vida, Señor
e
inspírame a hundir mis raíces
para
que pueda elevarme hacia las estrellas de mi gran destino.
http://saraccoannamaria.blogspot.com.es/2012/10/oracion-lakota-preghiera-lakota.html
Eres una fuente inagotable de textos preciosos y llenos de sentido. Feliz fin de semana a ti también!!
ResponderEliminarcoincido con Carmen y me la "quedo"
ResponderEliminarBesos
¡Ja, ja! Qué gustazo tener "incondicionales" (aunque solamente seáis dos, porque valéis lo que pesáis en oro...)
ResponderEliminarAbrazos sinceros, amores.
Gracias hermoso, te llena de regocijo el corazon
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