“Anda plácidamente entre el ruido y la
prisa, y recuerda la paz que puede haber en el silencio.
Tanto cuanto sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Habla tu verdad queda y claramente; y
escucha a los otros, aun a los apagados e ignorantes ellos también tienen su historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas,
son una vejación al espíritu.
Si te comparas con otros, puede que te envanezcas y amargues, porque
siempre habrá personas mejores y peores que tú.
Disfruta de tus logros tanto como de tus
planes. Mantente interesada en tu propia carrera, no importa cuán humilde sea,
es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
Ejercita la prudencia en las cuestiones de
negocios, porque el mundo está lleno de engaño. Pero que esto no te ciegue a la
virtud que puede haber; muchas personas luchas por altos ideales y en todos los
sitios la vida está llena de heroísmo.
Sé tú misma. Especialmente no finjas
afecto. Ni seas cínica sobre el amor, porque ante toda la aridez y el
desencanto, él es perenne como el pasto.
Acepta amablemente el consejo que traen los
años, abandonando con gracia las cosas de la juventud.
Nutre de fuerza tu espíritu para que te
proteja de la desgracia súbita. Pero no te apenes con vanas imaginaciones. Muchos
temores nacen de la fatiga y de la soledad.
Fuera de una disciplina saludable, sé
gentil contigo misma.
Eres una niña del Universo tanto como los
árboles y las estrellas, tú tienes el derecho de estar aquí. Y esté claro o no
para ti, sin duda el Universo se está desenvolviendo como debe.
Debes de estar en paz con Dios, no importa
cómo lo concibas a Él, y no importa cuáles sean tus labores y aspiraciones; en
la ruidosa confusión de la vida, mantente en paz con tu alma.
Con toda su farsa, faena y sueños rotos,
aun así es un mundo hermoso.
Ten cuidado.
Lucha para ser feliz”.
La tengo
enmarcada desde hace muchos años en mi estudio. Ahora, por otra de esas
casualidades de la vida, termino de leer un libro, una novela histórica en la
que mencionan esta Desiderata… supuestamente dedicada a la hija de una novicia.
“La mujer de las nueve lunas” versa sobre la vida de una mujer durante
el siglo XII, época marcada por el oscurantismo, la superstición, el poder de
la iglesia…
Ella, Hildegard
de Bingen, la Sibila del Rin, fue una mujer fuera de su tiempo. Abadesa, profetisa, médico, visionaria, escritora, feminista, curandera, partera, culta muy por
encima de lo que se suponía debían ser las mujeres en esa época. Valiente y
enamorada de su Dios se enfrentó al poder eclesiástico, salió del mandato de
los hombres en los conventos y fundó el suyo propio solo para mujeres, la primera que lo
hizo a pesar del temor y de la rabia que esto supuso para el clero.
Hildegard creó
un alfabeto que solo ella conocía para escribir al cuidado de quien pudiera
coger sus escritos, compuso música, dibujó unos códices que llevó loco a la Iglesia…
Y no deja de
ser curioso que, desde mi afán por transmitir el empoderamiento a todas las
mujeres haya aparecido esta novela en mi vida.
Me la prestó una de mis Laura-s queridas en un momento trascendente,
justo cuando había comenzado el trabajo de parto para el nacimiento de su hija.
Me sirvió de refugio al principio de las largas horas que pasamos juntas y la
terminé a los pocos días de nacer su niña.
Pero este
ejemplar de la novela no lo voy a devolver a su dueña, compraré uno nuevo y lo llevaré a su casa
cuando vaya a ver, en breve, a la preciosa Irene.
Porque este
libro está impregnado de horas de reflexión, de pensamientos, de una energía y
un poder que parece haberme llegado a través de las páginas. Este libro se
quedará en mi librería junto a algunos pequeños tesoros de esos que nunca me voy a deshacer…
Imagen: El espíritu del mundo y la Rueda. Hildelgard de Bingen
Imagen: El espíritu del mundo y la Rueda. Hildelgard de Bingen
Causalidades de la vida, hace más de 10 años que conozco y tengo el texto de la Desiderata, para mí es muy significativo pues marcó el inicio de mi busqueda del crecimiento como persona.
ResponderEliminarRespecto a la novela de La mujer de las 9 lunas, decir que es uno de esos libros que caen en tus manos y que reservaba en mi estantería para "cuándo llegara el momento" y vaya que llegó, justo el momento del inicio del parto de mu hija Irene, y no lo leería yo sino mi querida Doula Conxa. Me alegra saber que ha sido inspirador para ella y me parece genial que desee conservarlo, que lo acepte con amor y sin la necesidad de comprarme otro ejemplar. El favor está devuelto con creces: observarla leyendo en el salón de mi casa o en la habitación del hospital me hacía sentir muy acompañada, segura, sin miedo. porque, eso sí, Conxa tení un ojo en el texto y otro en mí. Nunca me dejó y es algo que le agradeceré eternamente. Te quiero mi Conxa. Laura e Irene.-
¡Qué bonita forma de empezar el día, querida Laura!
EliminarPues ya ves. De nuevo las "casualidades" de la vida. Posiblemente no sea una novela para best seller, pero a mí me ha llegado quizás por el momento personal que estoy viviendo.
En cuanto al tema de tu parto... hice lo que mi corazón y mi conciencia me dictaban. No en vano SOY tu DOULA.
Os quiero, princesas.
Hoola, sigo paseándome hoy por aqui y he de decir que yo también colgué hace tiempo la Desiderata en mi blog para compartirla y recordarla de vez en cuando. Es realmente un texto precioso que te hace pensar y buscar lo mejor que hay en cada una...un tesorillo que digo yo.Y voy a buscar el libro que comentáis que por alguna razón he venido por esta senda bloggera y por alguna razón acabaré descubriendo el tesoro de Hildegard...Gracias y buen día.
ResponderEliminarGracias a ti por seguir paseando por aquí y todavía más agradecida por mostrar tu opinión.
EliminarSeguramente coincidimos en que las casualidades no existen, así es que es posible que tengas que leer también este libro. Si es así, llegado el momento me gustaría que compartieras lo que te ha parecido.
Un abrazo.
me encanta esta entrada, me encanta encanta
ResponderEliminarpor todo
Besos
¡Encantada de que te encante!
EliminarBesos y abrazos, corazón.