Como
mujer que me interesa el proceso de llegada a la vida, me ocupo en procurar el mejor
nacimiento a los nuevos seres, informando, apoyando y acompañando desde un
punto de vista emocional a la madre que así lo desea en su parto. Por ello, quiero hablaros de otro tipo de
violencia: la violencia obstétrica.
Se
suele dar por buenas aquellas actuaciones intimidatorias realizadas por
personal sanitario durante estos procesos antes mencionados. Así, se hacen
tactos vaginales innecesarios de forma abusiva y violentando la intimidad de la
mujer, se hacen cortes en la vagina sin necesidad y, de la misma forma,
violando el derecho de toda mujer a que su cuerpo sea respetado… Son muchos los protocolos obsoletos que
siguen estando en la mayoría de los paritorios de los hospitales españoles anulando la
voluntad de la mujer y siendo, de esta forma, vejada e infantilizada. La mayoría de ellos, dejan graves secuelas
tanto físicas como emocionales.
Para
que nos hagamos una idea, este corte en
el periné “sin importancia” llamado episiotomía, se sigue realizando en un gran
porcentajes a pesar de que la OMS no lo recomienda. La cesárea innecesaria, la posición en
decúbito supino (tumbada de espaladas), la prohibición de la deambulación y de
la ingesta de alimentos, la falta de apoyo y atención emocional, las respuestas
groseras y airadas, y cualquier situación que a una mujer que está de parto,
momento sumamente vulnerable y que necesita de unas condiciones especiales, la
hacen sentirse sola, desatendida… y violada en sus más íntimas emociones.
No
es cosa poca lo que estoy comentando. Cada vez son más las mujeres que se
informan y que hacen valer sus derechos amparados por ley. Cada vez hay más
personal sanitario que se pone de su lado e intentan que se produzca el cambio,
pero la realidad es que estamos a años luz de otros países donde los
nacimientos se producen de forma normal, natural y respetada.
Quisiera
que estas palabras mías sirvieran para que quien las lea, se haga un
planteamiento de esta cuestión y anime y apoye también, en esta causa. Las mujeres debemos exigir dignidad, porque
la violencia obstétrica, existe.
Tuve a mi primera hija en Italia. Parto natural. Me sentí bien, acompañada y apoyada en todo momento. Estuve 26 horas de parto. Mi segunda hija nació aquí, en España. El ginecólogo que tenía -de una mútua- cuando se lo conté, me dijo: "uy, aquí a las cuatro horas yo te hago una cesárea", y decidí irme a la sanidad pública. Por suerte en el momento del parto me "tocó" una comadrona que había parido sus tres hijos en casa, y me entendió cuando le dije que no quería la epidural, que quitaran un espejo que había en el quirófano donde me pusieron (le dije que odiaba aquella sala y me entendió), que necesitaba una pelota, que abajaran la intensidad de la luz... me puso un radiocasette con musica y todo... y sin pedirselo! Ahora, eso sí: tuve que parir en esa silla tan incómoda que es como para torturar a alguien, y sin más, me hizo la episotomía.
ResponderEliminarPues si, Itxe, matronas empáticas y respetuosas las hay.. El tema es tener la "suerte" de que te toque su turno en el hospital.
EliminarY es triste estar supeditada a esto en un momento tan importante como ES el nacimiento de un hijo ¿no crees?
Gracias por tus palabras.
Pues sí. Nada más incómodo que tener que parir en el modo en que les"obliga la ley". El embarazo y el parto son algo natural, y una mujer debe poder hacerlo en la posición que necesite, y como mejor se sienta. Al fin y al cabo, es a ella a quien le sucede algo. Y ese algo, es que nace su hijo. De sus entrañas. Y a nadie más de los presentes.
ResponderEliminarSuerte que hay personas como tu...
hace un tiempo me planteé ser doula...
Un abrazo.
Por suerte, en algunos hospitales, se están cambiando los protocolos y las mujeres pueden parir en la forma que deseen, Itxe Siempre que sea un parto normal y el bebé esté bien.
EliminarSi te planteas ser Doula, te diría que sea algo que nazca de tus entrañas, que salga de tu corazón... Ser doula no es una profesión reconocida y homologada, no lo tenemos fácil a pesar de que es un fenómeno imparable.
Si quieres ser doula, busca una buena formación basada en la evidencia científica, fórmate e infórmate continuamente. Y sobre todo, mantén tus emociones en el mejor de los estados, ten presente que el acompañamiento de una doula se basa en un apoyo emocional...básicamente.
Gracias por tus palabras. Un abrazo.