A través del
tiempo y la experiencia, estoy pudiendo constatar que muchas mujeres quieren ser Doulas a raíz de su propia vivencia personal. O por situación de desempleo, pensando que
pueden hacer de esto una profesión.
Y reflexiono en voz alta.
Dada la
situación socio-sanitaria en que se haya la mayoría de los hospitales que atienden
partos y dada la cantidad de experiencias
negativas e incluso traumáticas en que algunas madres quedan inmersas tras
sus propios partos, surge en algunas de ellas la necesidad de ocuparse en algo
que hacer para que a otras no les pase lo que a mí me pasó y de ahí acuden a una formación para ser
Doula. También, mujeres que no han vivido en
carne propia la experiencia de la maternidad y siendo Doula intentan quitarse esa espina. Y mujeres que han tenido una experiencia
gratificante de acompañamiento y deciden ser ellas mismas quienes adopten ese
rol para estar al lado de nuevas madres… Cada una con sus motivos, todos respetables. Pero...
Algo muy
importante quedó en mi recuerdo durante la formación que realicé con Doulas de
Alicante: fueron los temas que hacían referencia a la sanación de las propias heridas, algo que considero absolutamente imprescindible para ser
Doula. Entiendo que, puede resultar complicado acompañar
a una madre si yo misma arrastro una herida emocional sin cerrar, pues siempre se puede correr el riesgo de que ante cualquier
situación vulnerable, ésta se reabra. Tampoco imagino como será acompañar a una madre en su parto y a su bebé recién nacido... si nunca se ha parido.
Con toda sinceridad, creo que
sería honesto hacer una introspección antes de tomar esta decisión de ser Doula, incluso si es necesario, realizar una terapia propia y sumergirse en aquello que nos dejó
dolidas tras nuestros experiencias, aquello que, aún sin diagnosticar pudo haber supuesto una depresión pos parto
en toda regla y que, tal vez, no escuchamos y sanamos por no saber reconocer o por
no tener a dónde acudir.
Creo que algo
tan emocional como es el acompañamiento a una mujer en un estado máximo de vulnerabilidad como es un parto,como es una maternidad recién estrenada, no puede depender solamente de nuestra propia experiencia, de nuestra situación
laboral o económica. Sinceramente, creo que ha de ser algo puramente vivencial y vocacional para poner el alma en ello. Creo,
también, que hay que ser realistas y
valorar la situación de disponibilidad con que se cuenta para poder atender en
caso de llamada.
En fin, no
dejan de ser reflexiones en voz alta. Como ya sabemos, las Doulas hemos existido siempre, pero durante unas épocas en que las mujeres estábamos conectadas con nosotras mismas y con la
Naturaleza, en unos tiempos en que se vivía más en tribu y se compartía entre
iguales, en unos momentos en que no había tanto desequilibrio emocional, ni tanta
herida ni tanta soledad...
Hoy, algunas mujeres estamos buscando un
acercamiento y una reconexión con nuestra esencia y creo que todavía
queda trabajo por hacer. Creo que sigue
siendo necesario encontrarse a una
misma, saber qué es lo que deseamos, lo que realmente necesitamos, lo que somos capaces de ofrecer y desde
ahí, desde la armonía y el conocimiento
de nuestro Yo interior, saber hasta dónde estamos preparadas y dispuestas para ayudar a las demás. De lo contrario, el riesgo que se puede correr
y/o el perjuicio que se puede causar, puede ser irreparable.
Namaste.
Hola Concha!
ResponderEliminarSoy Doula en proceso de transformación y formación, hace años que siento que soy Doula, pero hasta ahora no he encontrado el momento adecuado para empezar el proceso de formación, y yo creo que el más importante el de transformación, no sé si tengo heridas abiertas que necesito cerrar, pero si que cuanto más leo, cuánto más busco y cuanto más comparto, más me cuestiono y más reflexiono y siento que me lleva a un conocimiento importante de mi misma...
Gracias por tus palabras, te sigo en el blog y te sigo en Facebook, y me haces pensar y sentir...
un bico,
Anna
Si es así, sigue tu llamada. Búscate, encuéntrate y cuando estés preparada, vuélcate hacia las mujeres que quieran de tu presencia y de tu compañía. Nadie está en ti y si eres honesta contigo, sabrás hasta donde puedes llegar.
EliminarGracias a ti por tu confianza, por tus palabras y por tu seguimiento. Cuenta conmigo para cuanto necesites porque, ten por seguro que "te veo", Annadoula.
Un abrazo.