Cuando escuché la noticia sentí
el dolor del chiquitín abandonado, sin el cuerpo de su mamá y a solas en la
oscuridad. Después me vino a la mente en qué estado debe de estar una madre que, tras superar nueve meses de embarazo y un parto, abandone a su hijo en un
contenedor de basura. Y finalmente pensé en lo pronto que vendría el
linchamiento por parte de este periodismo sensacionalista que nos ha tocado en
suerte en este país.
No he seguido la noticia, no
quiero quedarme enganchada a un dolor que, por no ser mío, no puedo gestionar. Pero sí me enteré de que habían localizado a
la madre, que se supo que este bebé era su cuarto hijo. Y no necesité saber
más.
Hoy me ha llegado un comentario
de Nuria Roca en su blog. Dice que intenta ponerse en la piel de esta mujer,
pero no es cierto. Porque coloca a esta madre en un estado de maldad puro. Y si
dice eso es que es incapaz de colocarse en su lugar.
Y es que una no se puede poner en
los zapatos de otra cuando vive en un estado de bienestar y cuando no investiga
a conciencia qué puede haber más allá.
Son muchos los estados psico
patológicos en los que se pueden ver involucradas las mujeres durante el
puerperio, sobre todo si han tenido unas situaciones adversas en el embarazo e
incluso anteriormente. Llevo un tiempo estudiando ese tema y cada vez estoy más
alucinada.
Me pongo en la piel de esta mujer
y voy a hacerle de abogada, a riesgo de equivocarme, pero creo que alguien debe de alzar una lanza
en estos casos y parar las opiniones enjuiciadoras y acusadoras de las lenguas
que buscan protagonismo a costa de los más débiles.
Una mujer de 37 años de
nacionalidad colombiana (dato nada relevante para lo que nos ocupa pero que tal
vez agrave el caso por su posible situación personal…). Una mujer joven que
tiene además de este bebé a tres hijos pequeños. Una mujer que no le dice a su
marido que está embarazada me hace entender que no ha sido un hijo deseado, es
más, que tal vez los otros tampoco lo han sido. Que no utilizan métodos
anticonceptivos para regular la natalidad y para tener los hijos que son
capaces de criar y de mantener, por lo menos. Porque yendo un poco más allá, tal vez se
sienta culpable de ser ella quien se ha quedado embarazada sin pensar, siquiera,
que es cosa de dos, que los hijos se engendran con la participación de un
varón, varón que en muchas ocasiones no
asume su parte y rechaza la opción de utilizar un preservativo
delegando toda la responsabilidad a la mujer. Varón que incluso puede someter a
su pareja a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad y sin
considerar las consecuencias…
Una madre que tal vez no tenga
aquí familia, ni amigas, ni tribu, ni a
quien comentar que se ha quedado embarazada de nuevo y que está aterrada por la
que se le viene encima. Una mujer que, posiblemente, no sepa a dónde acudir ni
qué soluciones pueden haber que le ayuden a sobrellevar esta situación que
colma su día a día. Una mujer joven y desesperada que transcurrida una semana,
sólo ve cómo salida tirar a su bebé a la basura sin pensar que le pueden
encontrar y le va a caer todo el peso de la ley… una mujer sola, angustiada,
desesperada. Eso es lo que yo veo en esta mujer. Y sin saber nada de su pasado, sin conocer su
historia familiar, su familia de origen, lo que hay tras ella… su relación de
pareja, su situación económica… ¡son tantas las cosas que se han de contemplar
antes de lanzar la primera piedra!
En esta sociedad donde se intenta
vender la maternidad como un estado de gracia maravilloso, algunas partes acusadoras no pueden ver ni siquiera
saben cuáles son los parámetros para que una mujer pueda lleva a cabo una
crianza feliz. Y desde luego, el caso de esta chica, no lo es. Como para ir a
su lado y hablarle de crianza con apego y respetuosa.
Cuando una está SOLA (sí, con
mayúsculas) y tiene bocas que alimentar, y son muchas horas de sueño que se
pierden, y es agotamiento físico y emocional, y es un estado de ansiedad, de
depresión, de tristeza continúo… la maternidad es el estado más desesperado en
el que una mujer se puede encontrar.
En fin, no sé qué habrá de cierto
en todo esto que yo he comentado en el caso concreto de esta mujer, pero de
todas formas me parece injusto e incluso inhumano lapidarla sin tener
conocimiento de causa, sin hablar con ella, sin preguntarle, sin escucharla,
sin atender a sus angustias, sin darle siquiera un abrazo para que abra sus heridas
y pueda sacar sus terrores…
Somos responsables de que esto
siga ocurriendo, desde los estamentos
sanitarios hasta los sociales, desde la gestión del Estado hasta quienes nos
movemos trasladando noticias de un lado a otro. No defiendo este hecho de tirar
a un bebé a la basura, para nada, y bien que lo lamento. Pero si estas cosas
siguen sucediendo es porque toda la sociedad es culpable. Sí, así de claro y
así de triste.
Que deje a su hijo en un hospital, en una iglesia, en la puerta de la casa de alguien, en un cafeteria, en una comisaria, en algún sitio que alguien se diese cuenta de que estaba abandonado y hacerse cargo de el.
ResponderEliminarLo dejo en un contenedor de basura para que se mueriese. Esa persona no tiene perdón ni merece clemencia, es una asesina.
De acuerdo. `Pero para ello debería de tener consciencia, capacidad de pensamiento y de raciocinio. Cuando una madre deja a su hijo en la basura, carece de todo eso, de lo contrario no lo habría hecho. Yo sigo viendo a una mujer desesperada.
EliminarTotalmente de acuerdo. Por desgracia, estamos inmersos en una cultura que juzga de manera constante, y esto nos viene de tan atrás, que las gotas de cordura que, poco a poco, van cayendo a través de post como el tuyo, se pierden, por el momento, en el océano de la mezquindad. Tiene mucho que llover todavía, pero poco a poco.
ResponderEliminarEn una cultura que juzga, que no ve más allá de sus narices, donde lo que no es como creemos que ha de ser ya no sirve, que tan siquiera se tiene conocimiento de las otras realidades, de las circunstancias severas y dolorosas por las que atraviesas muchas mujeres. Nosotras tenemos parte de culpa. La maternidad es un estado maravilloso para quien lo vive como tal, pero para muchas mujeres es un castigo. Esto es lo que no se acepta, lo que no se soporta por ser tanto el dolor que encierra. Y lo que no se perdona.
EliminarGracias por tus palabras, que hemos de seguir investigando en qué hay tras situaciones como ésta y como otras muchas incluso peor que no salen a la luz pública...
Un saludo.
Entonces, ¿tampoco debemos juzgar actos como el el José Bretón, Bin Laden, Hitler ...? Lo digo siguiendo el razonamiento de que, quien hace algo así, no tiene capacidad de raciocinio y, como tal, no puede ser juzgado ...
ResponderEliminarHay actos que no tienen justificación, independientemente de los motivos que se tengan para obrar así, y uno de ellos es tirar un bebé a la basura, a mi parecer.
Otra cosa distinta sería decir, no juzguemos antes de que un juez emita su veredicto, pero un acto así es deleznable e injustificable, se mire por donde se mire. Ni aunque apuntasen a mi sien con una pistola haría algo así a mis hijos.
No sé si conoces el dilema de Kohlberg. Yo lo interpreto así: asesinar jamás tiene justificación.
Silvia, no soy quien para decir lo que cada persona debe de hacer, emitir juicios o no es algo personal. Y no, no justifico el asesinato en ninguna de sus formas, pero sí puedo intentar comprender lo que ha llevado a las personas a cometer barbaries, por ello no me erijo en juez de nadie.
EliminarNo conozco del dilema de Kohlberg (voy a buscarlo ahora...) pero sí conozco lo que puede pasar por la mente y el corazón de una mujer puérpera, de una madre desesperada. E insisto, no justifico, solamente intento comprender...
Gracias por tu aportación.
Un saludo.