Compartir información en las redes sociales


Esta mañana he puesto un comentario en mi página de Facebook Amamadoula,mujer, madre y abuela,  al ver la poca repercusión que ésta tiene. Porque la mía, no es una página comercial de la que me beneficie económicamente. Mi página tiene un principal interés: transmitir información que considero interesante para que sean las mujeres quienes tomen SUS decisiones en cualquier ámbito de sus vidas, principalmente en torno a la maternidad. Esto es lo que he puesto y para mi agradable sorpresa, he recibido varias respuestas que me han hecho recapacitar.

“NO sé por qué razón esta página apenas tiene repercusión. Es un esfuerzo compartir y mover información.  Si es porque Facebook quiere que pague por ello y es por eso que apenas se mueve, terminaré cerrándola.  No puedo costearla y ver que no hay movimiento, me agota”


Alguien ha respondido y me preguntaba,  sobre cuáles eran mis expectativas al publicar y he tenido que parar para mirarme y reflexionar… y tras un momento he llegado a la conclusión de que, no son tanto ambiciones profesionales lo que me mueve, sino la imperiosa certeza de que las mujeres han de estar informadas para tomar decisiones y que, siendo yo afortunada al recibir tanta información, lo mínimo que puedo hacer es compartirla.

Y es que no os podéis imaginar lo que supone para una mujer de mi edad –o recuerdo que tengo los 65 cumplidos- tener acceso a una información que, en mis tiempos jóvenes, era absolutamente desconocida. Y amén de la posibilidad de adquirir conocimientos en torno a lo que me gusta, es la facilidad y la rapidez que se pueden alcanzar gracias a la tecnología, de la cual soy una apasionada.

Tengo que decir que soy bastante exigente y con los pies muy en la tierra, quien me conoce y/o me sigue, lo sabe.  Porque a la hora de compartir algo, miro primero de quien viene y en qué se basan para iniciar estudios, dar resultados, hacer afirmaciones o negaciones.  No digo que no me cuele en alguna ocasión y meta la pata, pero soy cauta a la hora de transmitir información y si algo no veo claro, prefiero desecharlo.

Desde la propia zona de confort, una puede creer que todo el mundo tiene la misma fortuna, incluso los mismos pensamientos,  y puesto que la posibilidad de viajar –excelente forma de conocer personas y aprender- es algo alejado de mis posibilidades, el acceso a Internet y el buen uso de esta herramienta, me facilita la conexión, así como conocer y comunicarme con muchas personas. Cierto que no tiene nada que ver con la presencia y la cercanía, con mirar a los ojos y escuchar la voz, pero para transmitir información y compartir criterios, está muy bien. Cierto que pueden haber –y los hay- perfiles falsos, sin embargo, considero que Facebook es una buena herramienta haciendo buen uso y por ello solamente me muevo por ahí y no participo en ninguna otra red social.

Bien, ya he plasmado lo que me rondaba por la cabeza, lo que ese Pepito Grillo que llevo dentro me iba dictando.

Desde aquí mi más sincero agradecimiento a quienes, aún de incógnito ocupan unos minutos de su tiempo en leer lo que comparto, tanto aquí como en Facebook.

Y mi especial agradecimiento a las mujeres (vosotras ya sabéis quiénes sois) que han aportado un comentario en este post y me han dado ánimo para seguir haciendo lo que hago.




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