No siempre hay un padre



Algo que deberían de empezar a cambiar los profesionales que atienden el parto,  es NO preguntar por el padre cuando una mujer llega a un hospital para parir, pues denota una falta de respeto…

Porque No siempre hay un padre, cada vez hay más madres solas por elección.

Porque hay parejas que son mujeres.

Porque hay mujeres que han sido abandonadas por el padre de la criatura tan pronto se han enterado de la noticia

Porque hay hombres que no desean estar en ese momento y, casi son obligados a ello

Y porque hay mujeres que no quieren ser acompañadas por su pareja,

Respecto al acompañamiento emocional, siento afirmarlo, pero no todos los hombres (incluso algunas mujeres) están preparados para hacerlo.

Una madre, una suegra, amiga, hermana, vecina… con una experiencia traumática de su propio parto, de su propia vivencia de la maternidad, no es apropiada para acompañar si no ha sanado antes esas heridas.

Un padre que no comprende el proceso fisiológico, que no entiende el altibajo hormonal, que no empatiza con lo que su mujer está sintiendo, que demuestra sufrimiento por su pareja o por su bebé… comienza a producir testosterona, hormona antagónica a la oxitocina, y si la parturienta lo capta, es motivo para paralizar el parto.

Además, las caras de sorpresa, susto o miedo, son suficientes para asustar a la mujer que está pariendo e, igualmente, paralizar el parto

Las doulas nos formamos y nos preparamos para afrontar estas situaciones porque conocemos los procesos, sabemos reconocer, comprender y poner distancia entre las emociones de la mujer que acompañamos y las nuestras.

Cualquier otro acompañante que no comprenda lo que va a suceder, o que tenga alguna herida personal pendiente, no va a empatizar de la misma forma que una Doula que se ha formado y que ha acompañado en muchas ocasiones y situaciones.

En eso se basa nuestro acompañamiento emocional… entre otras cosas.

Que hay padres, madres, suegras,  hermanas, amigas que saben acompañar, no lo niego…

En cualquier caso y esto se ha de tener siempre presente, es la mujer quien ha de elegir a su acompañante. Nadie más. Y mucho menos, un ginecólogo, una matrona, su pareja o su doula.



Comentarios