Sin matronas vamos a peor

 

Foto de Rebekah VoS

Cuando comencé a acompañar partos en los hospitales públicos, ya me di cuenta de que las matronas no llegaban a todo, de que estaban saturadas, de la dureza de los turnos y lo que suponía para una mujer de parto que la hubieran atendido varias matronas cuando el proceso era muy largo.

Sin embargo, como doula yo estaba todas las horas pues no me turnaba con nadie: "la presencia de la Doula es continua".

Me di cuenta de las presiones que venían de arriba y cómo eso les suponía, o callar, o enfrentarse a la jerarquía...

 

Cuando las matronas decían que ellas también acompañaban, con un amplio sentido de la palabra, yo veía que no, aunque quisieran, aunque estuvieran preparadas para hacerlo. Porque no era posible. Porque entraban de vez en cuando a ver cómo estaba la parturienta y volvían a entrar pasado un tiempo, a veces, horas según la saturación de partos del momento.

 

Y no era por ellas, sino porque el Sistema no se lo permitía...y lo sigue haciendo. No hay tiempo material para proporcionar a una mujer de parto la atención que necesita cuando hay varios nacimientos a la vez, y pocas matronas. Por regla general, no hay tiempo para escucharla, abrazarla, enjugar sus lágrimas, atender sus miedos...  NO HAY TIEMPO. Esto es una REALIDAD que se está manifestando y que, tristemente, va a peor debido a la escasez de matronas. No hay más que escuchar las voces de las mujeres...

 

Y vamos a empeorar si no se pone remedio, pues sabemos que en breve va a haber un montón de jubilaciones. Parece ser que un 40% de matronas de menos en los hospitales.

Es una lástima que algunas profesionales del parto y nacimiento sigan creyendo que somos unas intrusas, que somos un peligro para desarrollar su trabajo.

Porque el "enemigo" es el propio Sistema. No me voy a cansar de decirlo. Porque insisto en lo práctico y amable de contar con doulas honestas y expertas acompañando maternidades y en los partos, especialmente, cuando los hospitales públicos -el Sistema- está tan saturado.

Yo me jubilaré pronto, el tiempo pasa muy rápido y mis fuerzas un día comenzarán a flaquear para aguantar largas horas acompañando partos.

Y el Sistema, sin embargo, no tiene visos de cambio.

Así es que, o somos las mujeres, sois vosotras las futuras madres la que pedís más matronas, las que os movéis para que sean las matronas quienes os asistan en los partos normales, vosotras las que hacéis valer vuestros derechos o tristemente, el futuro además de incierto, pinta aciago.

Y no soy tremendista, sino realista. Tal vez demasiado...

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