Cuando la conocí supe que nos habíamos gustado. Enseguida me confirmó que quería que fuera su doula, que la acompañara en lo que le quedaba de embarazo, en el parto…
Es brasileña. Le dije que ella iba a ser la sexta mujer de Brasil que iba a acompañar, además de a dos mujeres valencianas casadas con hombres… ¡brasileños! Entre risas comentamos que, en otras vidas, suponiendo que las hubiera, algo tendría que ver yo con ese país.
Su anterior hijo había nacido casi cinco años antes en
un hospital, en Berlín. Para ella había sido un buen parto. Fisiológico y
potente que supo sobrellevar bien.
Conversar con ella ha sido un placer. Mujer abierta de miras, cercana, segura de ella misma, con las ideas muy claras…
Y se acercaba su fecha probable
de parto, llevando varios días con señales que íbamos comentando. Antes de
cumplir la semana 40, el día D por la mañana me dijo que estaba teniendo
contracciones más o menos con regularidad. Estaríamos en contacto.
A las 15 h me llamó su marido. Las
contracciones eran muy rápidas y dolorosas, Iza no las llevaba bien y me puse en
contacto con la matrona quien habló con ella. La comadrona me contactó de nuevo para
decirnos que nos veríamos en unos minutos en el hospital.
Ya en el hospital, la mujer le dijo a la matrona que tenía un dolor punzante en el pubis que era insoportable. Y esta maravillosa profesional le propuso una maniobra pues, con esa referencia, supo rápidamente qué estaba pasando…
Una vez realizada la maniobra y para mi gran sorpresa y tranquilidad, la expresión, la voz, la actitud de la mamá cambió radicalmente.
Y tras una hora, con un largo y potentísimo pujo, acompañado de un sonido que nos puso los pelos de punta, nació su hija en la bañera, bajo la silenciosa mirada de su padre, su ginecóloga, su matrona y su doula .
¡Uff, uff, uff! Aún me emociono cuando lo recuerdo.
Gracias por tanto, Iza y Franzisco. Por haber confiado en mí. Por abrirme la puerta de vuestro hogar y de vuestros corazones. Por permitirme ver nacer a vuestra hija, el mayor de los regalos.
Como suelo decir a quien acompaño “seré vuestra doula mientras vosotros queráis”
Y ahora comparto las palabras que
Iza me ha enviado para que las publique en mi blog. También cuento con su
permiso para publicar las fotos.
“Me
quedé embarazada después de pocos meses que nos habíamos mudado a Valencia. Era mi segundo embarazo y
ya conocía más o menos por donde iba. Pero fue mi marido que tras verme con
algunas inquietudes me sugirió: ¿por qué no buscas una doula?
Me
puse a buscar en internet y le he encontrado a Concha. Al mirar su foto ya
sentí algo familiar, y no dudé en contactarla. Después de un primer encuentro,
decidí seguir con el acompañamiento de Concha por todo el embarazo y para el
parto. Esta fue la mejor decisión que tomamos para toda la familia. Yo conocía
muy poco de esta figura que nos da la mano para tranquilizarnos y abrazarnos en
este camino bonito que es el embarazo. Me quedaba muy tranquila por saber que
estaría ella conmigo en el parto, que estaría en el post parto y que la podía
llamar cuando me venían miedos e inseguridades y además conocí a un grupo de
otras mujeres que también tuvieron su apoyo. En el día del parto, sabía que no
estaba sola, que tenía a alguien que me conocía y sabía cuáles eran mis deseos.
Tuve
un parto muy bonito. Todo salió mejor de lo que imaginaba. Un parto humanizado
y muy respetado. Mi hija nació bajo la mirada de profesionales muy respetuosas
y humanizadas. Nació en la presencia de una mayoría de mujeres que respetan a otras
mujeres. ¡Un día para festejar!
Ojalá
todas las mujeres pudieran tener a una doula para darles apoyo emocional y
traerlas informaciones actualizadas y de calidad.
¡Gracias
por todo Concha!”
Comentarios
Publicar un comentario
Dime tu OPINIÓN, por favor, me interesa y mucho
Si no usas ninguna cuenta, ELIGE la opción Nombre/URL, luego ESCRIBE tu nombre o nick y deja en blanco URL.
Dale a continuar, escribe tu comentario, pincha en PUBLICAR un comentario...
Gracias.