Acompañamiento con DOULA. El testimonio de una madre primeriza

 


“Para mí era muy importante vivir el embarazo y el parto de la forma más consciente y conectada posible. Quería volver a lo primitivo, a la esencia de la naturaleza, a ese instinto ancestral de engendrar vida y traerla al mundo. 

Mi experiencia viviendo en Ámsterdam me había mostrado que existía otra manera de transitar la maternidad, menos farmacológica y medicalizada que la que, en general, se vive en España. Por eso, desde el inicio, nos pusimos manos a la obra para encontrar a la persona que pudiera acompañarnos en este viaje tal y como lo deseábamos. 

Y así fue como conocimos a Concha. Bastó un café con ella para saber que era exactamente lo que estábamos buscando. Nos transmitió una inmensa confianza, paz y sabiduría. Era como una chamana, como esas comadronas de antaño con las que parieron nuestras abuelas y tatarabuelas. Esa sabiduría que no se aprende en los libros, sino en la experiencia, en el estar, en el acompañar de verdad. 


Las sesiones previas al parto nos permitieron conocernos, generar un vínculo profundo, una red de cariño y confianza entre los tres.
 

El parto fue largo y distinto a cómo lo había imaginado, pero el acompañamiento de Concha fue fundamental para vivirlo con calma y con la seguridad de que cada paso que daba estaba siendo respetado. Fue un parto en el que me sentí profundamente conectada. Sin duda, volvería a elegir a todo el equipo que me acompañó y especialmente a ella”


Hay quien desconoce qué hace una doula y desde esa ignorancia, nos desprecia. Bendita la suerte de esta mujer porque ella SÍ conocía esta figura de acompañamiento.  Honrada y agradecida me siento por haber estado a su lado todas las horas que duró el proceso y ver nacer a su hermosa criatura. 


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