Mi experiencia en el parto de Inés

 


No sé hasta cuando podré hacerlo. A mí edad, acompañar un parto, sin separarme de la madre durante 36 h nada más que para tomar algo rápidamente y hacer mis necesidades, puede resultar agotador si no fuera por la gran compensación que me supone ver nacer a un bebé, a una madre radiante y feliz, y un padre tan sorprendido como emocionado.

Cada nacimiento es distinto pues son muchas las circunstancias que intervienen, a considerar: el estado físico y emocional de la madre, la elección de hospital y equipo médico y, sobre todo, la posición del bebé en el útero.

Era su tercer parto. En las tres ocasiones los nacimientos se han dado bien cumplida la semana 41. Los dos primeros mediante inducción y medicalización, incluida la epidural.

En esta ocasión quería parir a su criatura de manera totalmente distinta: deseaba un parto espontáneo y lo más fisiológico posible... Y así fue.

👉🏼 Pródromos de 30 horas con rotura de bolsa espontánea.

👉🏼 4 horas de parto activo.

👉🏼20 minutos de fase final ("expulsivo"), en la piscina de partos con 2 pujos fisiológicos, sin forzar y ¡bebé en los brazos!

¡¡MARAVILLOSO!!

Buscó a una doula que la acompañó desde el embarazo. Era importante hablar, escuchar, soltar, cambiar patrones y volver a confiar en ella misma.

También cambió de hospital y equipo médico. Las referencias que tenía eran muy buenas. Y confío.

El resultado ha sido el que ella ansiaba y el padre deseaba para su mujer y su criatura.

A título personal este acompañamiento, impecable y tremendamente humano y profesional por parte de la matrona, me ha quitado el mal sabor de boca del anterior acompañamiento que hice, en otro hospital y con otro equipo, un parto con extrema violencia obstétrica...pero esa es otra historia.

No voy a dar más detalles. Si ella quiere, narrará su propia experiencia para que pueda compartirla aquí, en mi blog.

Gracias Inés, Pablo y Vega, por permitirme ser acompañante y testigo de vuestra felicidad.

Gracias Amparo, matrona experta y como he dicho antes, impecable y amorosa en tu trabajo.

Gracias al equipo médico de Parc Central, por permitirme estar junto a las familias que me llaman y por tenerme en consideración, apoyando y respetando mi trabajo con tanto cariño como lo hacéis.

Finalmente y otra vez, gracias Vida por seguir dándome tanto.



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