No te quedes inmóvil
Al borde del camino.
No congeles el júbilo.
No quieras con desgana.
Al borde del camino.
No congeles el júbilo.
No quieras con desgana.
No te salves ahora,
Ni nunca.
No te salves,
No te llenes de calma.
No reserves al mundo
Sólo un rincón tranquilo.
No dejes caer los párpados
Pesados como juicios.
No te quedes sin labios.
No te duermas sin sueño.
No te pienses sin sangre.
No te juzgues sin tiempo.
Pero si
Pese a todo,
No puedes evitarlo,
Y congelas el júbilo,
Y quieres con desgana,
Y te salvas ahora,
Y te llenas de calma,
Y reservas del mundo
Sólo un rincón tranquilo,
Y dejas caer los párpados
Pesados como juicios,
Y te secas sin labios,
Y te duermes sin sueño,
Y te piensas sin sangre,
Y te juzgas sin tiempo,
Y te quedas inmóvil
Al borde del camino,
Y te salvas...
Entonces
No te quedes conmigo
Mario Benedetti
Es una de mis preferidas, de las que me hizo seguir buscando más.
ResponderEliminarMuy oportuna.
Un beso.
Leyendo, resuena en mi mente la voz de Benedetti,siempre me ha gustado oir estas palabras, que llegan al corazón.
ResponderEliminarun abrazo hermana
Es que Benedetti llega al alma...
ResponderEliminarSi que llega ,sí. También es mi poeta de cabecera...
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