El momento en que nosotros le hayamos dado la libertad completa a todo lo que nos rodea, cuando ya no deseemos atar o limitar, cuando ya no esperemos nada de nadie, en ese momento nos encontraremos libres de todo el mundo: perderemos nuestros lazos, se romperán nuestras cadenas, y por primera vez en nuestra vida conoceremos la alegría exquisita de la perfecta libertad. Libres de toda atadura humana, seremos siervos felices y dispuestos sólo para nuestro Ser Superior.
http://saraccoannamaria.blogspot.com/2011/06/la-casita-en-el-bosque-la-casetta-nella.html
"Cuando ya no esperemos nada de nadie..."
ResponderEliminarImposible, entonces. Somos seres en necesidad, desde que nacemos...
Abrazos.
Pero lo importante quizás sea saber vivir sin necesidad, sobre todo de lo pasado. El texto está sacado las aplicaciones de unas Flores de Bach, precisamente para eso, para trascender lo pasado. Posiblemente así se entienda más...
ResponderEliminarComo siempre, gracias.
No estoy de acuerdo, Concha. En todo lo que hacemos hay una necesidad: de afecto, de reconocimiento, de coherencia personal, de realización. La clave es reconocer esas necesidades y elegir cómo satisfacerlas. La gratuidad absoluta no existe...(creo yo) :)
ResponderEliminarBueno, cuestión de opiniones... o de necesidades, como tú dices.
ResponderEliminarBesos.