Este pasado fin
de semana, Liliana Lammers venía a Valencia.
Había oído hablar de ella, sabía que es la Doula que ha acompañado
durante muchos años a Michel Odent. Y me apetecía mucho conocerla. Así es que
me inscribí para acudir al seminario.
Este fin de
semana, también, concretamente el domingo, era la fecha prevista de parto de
una chica a la que he acompañado durante su embarazo. Y para el parto, iba a estar con ella.
Confiaba en que
no se solaparan los dos acontecimientos, pero ya sabemos que el hombre propone…
y alguien, dispone.
El sábado,
justo a punto de salir de casa, S. (voy a poner su inicial durante el relato),
me llamó para decirme que había roto aguas. Estaba muy tranquila y sabía que
era mejor esperar en casa hasta que las contracciones indicaran que había comenzado
el trabajo de parto. Quedamos en que cuando yo terminara, la llamaría.
En el lugar
donde nos reunimos con Liliana Lammers, éramos aproximadamente 15 mujeres, de
ellas dos Doulas a las que yo conocía, otras dos mujeres con las que también he
coincidido en alguna ocasión, la organizadora y, el resto, chicas jóvenes
algunas con sus bebés. Como suele ser habitual, yo era la más mayor de todas.
Me sorprendió
la vitalidad de Liliana. Su manera de hablar, su sonrisa continua, sus ágiles
movimientos… habla sin guión establecido, comparte sus casos desde la más
absoluta naturalidad y respeto, comenta sus experiencias con una paz y una alegría que me traspasa el corazón.
Lo cierto es
que me cautivó desde el primer instante. A pesar de que somos aproximadamente de la
misma edad, pensé aquello de “cuando sea mayor quiero ser como tú” porque toda
ella es una experiencia de Vida.
Estuvo comentando
los resultados de algunos acompañamientos desde el punto de vista de la
evidencia científica, comentó de qué formas nos comportamos durante el parto y
a qué son debidas en estas situaciones. Nos habló de los estudios que llevan a
cabo y cómo se realizan para poder contar con estas valoraciones.
Fueron horas
intensan sin parar de hablar. Algunas de nosotras preguntamos cosas, expusimos
casos… también pedimos consejos y orientación…
Personalmente he
de reconocer que me sentí empoderada a su lado pues, desde su experiencia me
reafirmé en muchas cosas que siento, en muchos pensamientos que tengo y que me
causan cierta confusión quizás por ser distintos a lo normal (entendiendo por
normal lo más habitual). Me reafirmé en mi manera de ser y de actuar como
Doula, no porque ella lo dijera, sino porque me hizo de espejo.
Soy consciente
de que no todo lo que ella dice, es del agrado de un sector de mujeres que nos
movemos en estos ambientes de acompañamiento y maternidad, pero creo que a cada
una le llega justo lo que necesita.
Liliana Lammers
con sus 400 acompañamientos, la mayoría al lado de Michel Odent, es sin duda, una Doula de referencia. Y así la sentí yo.
Quizás por ser
de la misma generación, hubo una especial complicidad. Le comenté algunas cosas, le confesé algunas
opiniones, le pregunté sobre algún caso… nos reímos juntas y finalmente me dijo
“Concha, vos y yo estaremos en esto hasta los 82 años”. Por supuesto, Liliana, y ojalá que pueda
compartir algunos de ellos contigo.
Durante este
día y medio, también he hablado y compartido experiencias, y sentimientos con
algunas de las jóvenes mujeres que allí estaban. Siempre salgo nutrida de estas
situaciones, pues siento su fuerza y su interés por las cosas, sobre todo por
las que compartimos.
Y de nuevo me
sorprendió el que algunas de ellas me dijeran que, aunque físicamente no me
conocían… sí tenían alguna idea de cómo yo era a través de este blog mío del
que son seguidoras… ¡sorpresas te da la vida!
Por eso y a
riesgo de olvidar algunos de sus nombres, mencionaré solamente a una con la que
sentí esa conexión especial que se da con alguna persona también especial. Estoy hablando de ti, querida ROSA.
Ahora, es posible
que os estéis preguntando qué paso con el parto…
El sábado,
cuando salí del seminario, llamé a S. Sus
contracciones comenzaban a ser más fuertes.
Llegué a su casa a las 20 horas y a las 10 de la noche nos fuimos al
hospital, pues por varios motivos así se decidió a pesar que era, para mi
opinión demasiado pronto.
Estuve con ella
hasta las 8:00 de la mañana. El parto iba a ser muy largo. Y hubo un cambio de
planes.
La niña nació sobre
las 15:00 horas y al poco acudí al hospital por ver de cerca su iniciación a la
lactancia materna.
Los papás están
felices y la niña es una preciosidad. El
agarre a la teta de su mamá ha sido perfecto y confío en que siga así.
Ambas
experiencias han sido un aprendizaje para mí.
Me he dado cuenta de muchas cosas, he podido ver y aprender de los
mensajes que he recibido. Me siento tranquila, feliz y afortunada. Como siempre,
dando gracias a la Vida.
que bonito relato,me encanta,como todo lo que escribes
ResponderEliminary aunque no te conozco personalmente,veo la pasion que sientes por tu trabajo y tambien puedo sentir como liliana que seras doula asta los 82 y mas
gracias por el blog!!!
Aunque se me hace extraño "conversar" con anónimos, agradezco tus palabras. Y que te guste mi blog.
EliminarVen cuando quieras, voy a estar aquí mucho tiempo.
Un saludo.
Fíjate, he visto por primera vez a Liliana en tu artículo y sólo su físico, su sonrisa, su imagen... me ha atraído inmediatamente.
ResponderEliminarQué vida tan plena y preciosa tienes, Concha. Y cuanto me alegro por tí. :)
Eso me pasó a mi Carmen y si la conocieras en persona, con la sensibilidad que tú tienes, seguro que también te cautivaría.
EliminarY fíjate cariño, a estas alturas de mi vida es cuando soy muy consciente de que elijo, de que realmente la oportunidad está ahí. Solo tengo que mirar con los ojos y el corazón bien abiertos. Y si, mi vida es dichosa.
Gracias, sé que lo dices con mucho cariño.
Un amoroso abrazo.
Hasta este fin de semana yo sabía muy poco de las doulas, no había visto ni hablado con ninguna. Desde que soy madre de dos preciosas niñas algo dentro de mi empezó a cambiar, dicen que ser madre remueve por dentro y en mi caso es cierto, estoy en un proceso de renovación interior y casi por casualidad me he visto empujada hasta ese mundo hasta el punto de decir "Quiero ser Doula". Buscando ese camino encontré este seminario con Liliana, ¡mi primer gran contacto con este mundo iba a ser con la dolula de las doulas¡, tenía muchas expectativas y sobre todo mucha ilusión porque para mi iba a ser el principio de algo.
ResponderEliminarNo me defraudó para nada, al revés, Liliana es una mujer espectacular, transmite paz y tranquilidad y a la vez mucha vitalidad e ilusión por las cosas. Yo no podía dejar de escucharla, no me atrevía a pestañear para no perderme nada de lo que estaba diciendo, sus vivencias, sus consejos, sus conocimientos, no tengo palabras.
Cada día salía con un subidón de energía y con ganas de que llegue el siguiente día para ver que iba a decir, se me hizo corto, cortísimo.
En este día y medio muchas cosas se removieron dentro de mi, he llorado mucho, forma parte del cambio y la renovación, pero todo ello no hizo más que reforzar esa idea que estaba dentro de mi, "quiero ser DOULA".
El ambiente que me encontré allí fue genial, Liliana es una persona muy especial, pero había también más personas especiales, Concha, tu has dicho que cuando seas mayor quieres ser como Liliana, yo te digo que de mayor quiero ser como vosotras dos, de hecho me gustaría ser ya como vosotras pero me faltan tanto los conocimientos como las vivencias, y me gustaría mantener siempre esa ilusión que vi en tus ojos, todavía se me saltan las lágrimas cuando pienso en algunos momentos que compartimos, como ya he dicho antes se me hizo muy corto.
Te dije que me iba a pegar a ti como una lapa y no dudes que será verdad, en estos momentos de mi vida con las niñas y el trabajo es un poco difícil cuadrar horarios, pero confío poco apoco en poder hacerlo y volver a encontrarte.
La vida ha hecho que nos encontremos y yo haré que nos volvamos a encontrar. Como ya he dicho esto es solo el principio, el tren ha parado en esta estación y no voy a dudar en cogerlo y coger también la mano que me tendiste.
Gracias Liliana y gracias Concha por ser como sois, me siento ilusionada y como tú has dicho doy también gracias a la vida por haberos puesto en mi camino.
Un beso.
Rosa.
¡Rosa! Ahora son mis lágrimas las que afloran después de leer tu comentario. No me equivoco con cierto tipo de persona especiales, y tu lo eres.
EliminarCuenta conmigo para lo que quieras, tienes mi teléfono así es que llámame o escríbeme un correo e iremos andando juntas, pasito a pasito, en la medida de tus posibilidades.
No puedo añadir más al fin de semana. Inolvidable.
Por cierto, me ha escrito Liliana para preguntarme por el parto... eso demuestra su personalidad, la generosidad de su alma.
Un abrazo, querida Rosa, y hasta siempre.
Te leo y mi corazón se llena de emociones... sin duda una vida al servicio, llena de amor.
ResponderEliminarGracias, Mayela, tu especial sensibilidad es la que te permite captar estas emociones.
EliminarUn abrazo.
Mi Amama doula. Siempre dando esa energia a la vida.
ResponderEliminarPrecioso relato Concha.
Gracias.
Gracias a ti por haberme elegido para acompañarte en este camino hacia tu maternidad.
EliminarUn abrazo de TU Doula.