Cuatro años bloggeando, aunque
se me conoce muy poco y realmente no es ese mi objetivo. Tampoco es mi
intención andar entre rankings, ni
recibir premios bloggeros que nunca
termino de entender quien lo hace y porqué se entregan…
Cuando
comencé a escribir fue por una necesidad personal. Descubrí que hacerlo me
sentaba bien y así, fui convirtiendo este espacio en una especie de confesionario.
Como
en anteriores años, llegadas estas fechas, hago este comentario: que no sé a quién
llegan mis escritos excepto a unos pocos incondicionales que se
manifiestan con sus comentarios.
Pero
realmente poco importa tener muchos o pocos seguidores
si a quien le pueda llegar algunas de estas palabras escritas, en cualquier
momento, le han servido de algo.
Hace
poco, en una entrevista en la radio, me preguntaban sobre qué escribía en mi
blog. Y le dije que de todo lo que me causaba emoción, fuera del tipo que fuera,
aunque mayoritariamente sobre lo que más suelo escribir últimamente es acerca de lo que me apasiona y se ha convertido en el leit motiv en esta etapa de mi
vida: el hecho de ser DOULA.
Bastante
a menudo pienso en qué triste es que se pierdan las experiencias de algunas
personas realmente sabias. Personas con experiencias de vida maravillosas,
duras, apasionadas, tristes, entrañables… experiencias vividas, al fin y al cabo.
Creo
que conociendo otras historias podemos bajarnos del pedestal en que nos subimos
sin ser conscientes. O emprender un camino sin necesidad de ser guiados. O darnos
cuenta de que somos seres humanos, mortales al fin y al cabo, y que nuestra
mochila de experiencias la cargamos con aciertos y con errores… y que no pasa
nada por ello.
Cuatro
años que han pasado volando. Escribiendo, mejor dicho. Y aunque no soy muy
prolífica sé que este espacio ya ha cumplido con creces su cometido.
Gracias
a quien, en algún momento y por casualidad,
se dio una vuelta por aquí para no volver.
A quien vino, se quedó y al tiempo, se marchó. A quien entra y sale
periódicamente. Y gracias, especialmente, a quienes seguís estando. Vosotros ya sabéis…
Gracias a tí por compartir tu vida, tus emociones y experiencias con nosotros!!! Y que nadie nunca te impida hacerlo (solo tu se dueña de él).
ResponderEliminar¡Una de mis incondicionales! Ja, ja, gracias preciosa, así seguiré mientras las fuerzas me acompañen.
ResponderEliminarTe abrazo, querida.
¿No te ha llegado mi comentario? bueno, lo re-escribo: te decía que empezamos las dos el mismo año, yo en Octubre y tú dos meses después. Y aquí seguimos. ¡¡Feliz cumpleaños bloguero y que cumplas muchos más!!
ResponderEliminarAy, Carmen, si tu fuiste mi inspiración y mi apoyo. Cuántas veces recurría a ti porque no me enteraba mucho... te lo agradeceré siempre.
ResponderEliminarY no me había llegado el comentario, cachis!!