No creo en la necesidad de pasar por situaciones
duras para aprender en la Vida, pero es cierto que irremediablemente se
aprende. O al menos ese ha sido mi caso. Con casi 63 años, ocasiones ha habido
en las que la bofetada ha sido descomunal y eso ha contribuido a afianzar mi
manera actual de sentir, de ver las cosas y de actuar. Y me lleva a, por encima
de todo, ser coherente conmigo misma.
SOY DOULA y acompaño. Eso no me lo va a quitar
nadie.
Y también soy, por naturaleza, gregaria y
asociacionista. Pero ha llegado el
momento de caminar sola por un tiempo. Realmente, lo necesito.
No voy a entrar en lo que está sucediendo, quien
me sigue sabrá a lo que me refiero. Las luchas por el poder entre profesiones,
entre personas, no llevan a nada. Y cansan. Cansan y desilusionan mucho.
A pesar de que sigo creyendo en que caminar en
buena compañía hace que el sendero resulte más agradable, he llegado a un punto
en el que necesito caminar a solas. Conmigo y con mis pensamientos. Conmigo y
con mis criterios. Conmigo y con mi soledad…
Quizás sea para darme cuenta de todo lo bueno que
hay por ahí, y echarlo de menos. Quizás para confirmar aquello de que más vale solo que mal acompañado… No
sé, en cualquier caso, la decisión está tomada. A partir de ahora y por un
tiempo, mi trayectoria en solitario definirá la Doula que quiero ser, la que
realmente soy. Acompañando y estando
junto a la mujer que me requiera, dando mi apoyo, mi soporte, mi contención y
mi cariño. Junto al personal sanitario
que me lo permita. Sin florituras, sin terapias, sin misticismos, sin yoga, sin
cánticos…
Porque yo SOLO soy Doula. Cada cual que sea lo que
quiera.
Creo que tienes experiencia y criterio suficiente para seguir tu propio camino, sin desgaste y a tu ritmo pero se que igual de guerrera. Un abrazo Concha.
ResponderEliminarAsí es, así será, querida Laura. Por encima de todo, mi coherencia y mi honestidad. Tú me conoces... poco te he de contar.
ResponderEliminarTe abrazo.