Hoy me siento así. Rica. Tal vez
suene prepotente a primera vista, por eso te invito a que sigas leyendo…
Cada vez soy más consciente de
cómo va pasando el tiempo real. La vida en mis ya entrados años de existencia me
ha llevado por varios senderos, no siempre fáciles de transitar. Durante este
camino mío, ha habido momentos de grandes pérdidas, tanto materiales como
físicas y emocionales…
Sin embargo, a día de hoy, aquí y
ahora, sé que soy rica… por encontrarme con seres amorosos que en cada momento
me aportan trocitos de su existencia como humildes enseñanzas. Por eso soy rica
en experiencias, en vivencias, en emociones… y en personas bellas y honestas, especiales...

Han pasado ocho meses desde este
proyecto que hoy ha terminado y volviendo la vista atrás no tengo más que
agradecimiento. Por TODO.
Profesionales empáticos
que han puesto a mi disposición su saber y su experiencia.
Mujeres hermosas que
han abierto sus corazones en los fines de semana donde hemos reído y llorado. Vivencias
íntimas y miedos compartidos. Mujeres con su joven bagaje y sus ganas de
aprender, de crecer...
Contagiosas alegrías, contagiosos llantos.
Y sobre todo
cariño, sincero cariño.
Sentirme plena, sentirme desbordada de dicha en la
seguridad de transmitir un legado, con la confianza de que estas mujeres serán
las guardianas de un tesoro que debe de ser protegido y cuidado. Sentirme
serena con la esperanza de que se vayan produciendo los tan necesarios cambios
desde dentro, desde las entrañas de mujeres madres y futuras madres, que
transmitirán a sus hijas e hijos la convicción de que vivir de otra forma es
posible. Y que para ello es necesario hacerlo desde antes del nacimiento.
Cada vez tengo más integrado que
no existe la casualidad, que todo es el resultado de una serie de
circunstancias, una relación causa-efecto. Y hoy, de nuevo corroboro este
sentir, esta convicción.
Porque
las mujeres somos tejedoras de Vida.
Sigue tejiendo Amama Doula esa Red invisible que nos conecta a todas. Todas las mujeres a las que tocas el corazón con tu sabiduría, con tu experiencia, con tu pasión,... Pasión por lo que haces. Con amor, con respeto, con espíritu crítico, pero sobre todo con honestidad y humildad. Conceptos que nos has repetido en todo momento para que hagamos honor a lo que debe ser una doula. Amor, respeto, honestidad y humildad,...una forma de vida, como tu dices. Por eso sigue tejiendo, no pares nunca, porque Las mujeres somos tejedoras de vida. Gracias amamadoula.
ResponderEliminarGracias Miriam Querida. Con mujeres como tú es fácil. Tu apertura, disposición, interés, humildad, agradecimiento... todo facilita el proceso y la comunicación. Sé que aunque en tu linda alma ya lo sientes, algún día serás una magnífica DOULA de las que saben ESTAR ofreciendo su presencia amorosa. Agradezcamos a la Vida el hecho de que nos haya unido. ¡Y sigamos tejiendo! en
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