Después de una pérdida hace más de cinco años, después de muchas pruebas, después de un diagnóstico de endometriosis y someterme a operación, después de visitar a nueve ginecólogos, con un diagnóstico de infertilidad (con la única posibilidad de intentarlo mediante ovodonación y donación de esperma), siempre buscando la oportunidad de quedar embarazada de manera natural... después de todo esto. sucede el MILAGRO.
En
mayo del 2022 me hice la prueba de embarazo y aunque tenía un retraso de dos
periodos, estaba bastante convencida de que daría negativo y que estos retrasos
eran por la endometriosis. ¡Cuál fue mi mayor sorpresa y mi mayor alegría
cuando vi que daba positivo!
Ya
estaba embarazada de 10 semanas, tenía claro que quería llevar un embarazo
natural y un parto también lo más natural posible.
Había
oído hablar de matronas, parteras y doulas. Al buscar información sobre doulas me encantó que ofrecían un acompañamiento emocional y un apoyo durante el
embarazo y el parto, incluso después.
A
la vez mi querida Bea (mi terapeuta) me recomienda a quien fue su doula con sus dos últimos
hijos. Como yo creo en las señales me dije esto
no es casualidad y sentí que ese era el camino, así que me puse en contacto
con Concha.
Y
no me equivoqué, en cuanto la conocí supe que estaba en buenas manos y
que iba a ser ella la que me acompañase en mi camino hacia la maternidad.
Durante
los meses de embarazo, mi doula venía a casa y yo podía hablar con ella de todas
mis dudas y preocupaciones, ella siempre arrojaba luz y calma a mi mente y a mi
corazón.
Fue
muy tranquilizador para mi tenerla y poder contar con su sabiduría, con su
presencia y con su amor. Cada duda, cada temor iba siendo hablado y liberado.
Así poco a poco fui cogiendo más confianza en mí, en mis capacidades para dar a
luz y traer una nueva vida.
Una
de las técnicas que usé durante el embarazo fue anotar en una libreta tres
cosas de agradecer en mi vida, al menos tres cosas al día, eso me ayudó a poner
la atención en todo lo que había en mi vida para agradecer y sentirme más
positiva.
Agradeceré, ahora, a las personas relacionadas con esos momentos… Seré breve…
Gracias
Concha por entrar en mi vida, por acompañarme y por hacer que creyese en mí
cuando ni yo misma lo hacía.
Gracias
a Elias, mi pareja, el mejor compañero de vida que podía tener, sé que
estuvimos juntos ya en otras vidas y seguimos en esta. Somos un equipo.
Gracias
Sara, por elegirme como tu mamá, juntas seguro que aprenderemos mucho una de la
otra. Espero ser la mamá que necesitas.
Gracias
Bea por aconsejarme a Concha y por acompañarme en mis procesos de sanación y ver mis sombras.
Gracias
a las profesionales que me asistieron, Jennifer, ginecóloga y Raquel, matrona,
quiénes me atendieron en un parto natural y respetuoso.
Gracias
Gisela por hacer las fotos más salvajes y delicadas a la vez del momento del
parto. Transmitiste mucha belleza en ellas.
Agradecer
también a mi cuerpo porque todo el embarazo fue muy bien, estaba tranquila y
centrada preparándome para el momento más importante de mi vida… conocer a mi
hija.
Y llegó ese momento, un 21 de diciembre de 2022, en el solsticio de invierno, mi brujita ya estaba con nosotros.
La
noche anterior empecé a notar leves molestias y ya por la mañana fueron un poco
más intensas. Expulsé tapón mucoso, eso ya me indicaba que iba en marcha. Mi doula en todo momento estuvo pendiente, ya la escribimos para ir diciéndole cómo
estaba. Yo me sentía tranquila en casa, recuerdo que por la tarde después de
comer decidí meterme en mi habitación con la luz tenue, con mi música y mi
pelota de Pilates e ir sintiendo y llevando las contracciones que ya se iban
presentando mas intensas. A mitad tarde, sobre las 18 h. creo que volví a expulsar un
poco de tapón mucoso y se lo comentamos a Concha y entonces se vino para casa. Al llegar ella, yo me sentí más segura y relajada sabiendo que ella nos
acompañaría y nos indicaría el momento clave para ir al hospital.
Yo
estaba en un proceso muy profundo e interior permitiéndome sentir cada
contracción, mi doula a mi lado, sosteniéndome. Cuando comenzaron a ser más
seguidas e intensas las contracciones, nos indicó irnos al hospital… ¡Y
menos mal que nos fuimos porque de no hacerlo así, doy a luz en casa porque llegué en dilatación
completa!
El
parto fue muy bien y muy rápido, una experiencia brutal para mí, donde conecté
con lo más salvaje y poderoso de mi interior. Algo que me hacía gritar durante
todo el proceso, gritar, soltar, liberar. Abrirme y fluir con las contracciones.
Recuerdo
que la ginecóloga me dijo “ayúdala, ayúdala” refiriéndose a mi peque y eso me
emocionó y aun conecte más, para abrirme y dar paso a Sara, incluso mentalmente
pensé “venga, peque, nosotras podemos”. Esto no lo había contado a nadie y al
ir escribiendo, me ha venido otra vez la sensación y emoción de ese momento.
¡Qué
gran momento el traer una vida!, nace un bebé y nace una madre. No lo olvidaré
nunca. Y creo que el tener a una doula y
más a Concha, a mi lado durante el embarazo y en el parto, me dio esa tranquilidad
y confianza de que era capaz de hacerlo, de que yo ya sabía, y de que quería
vivir todo esto desde un lugar de serenidad y fortaleza.
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Pillamos a Sara con un retortijón de barriga... |
Eso es lo que transmite y ofrece Concha, un acompañamiento desde el respeto, desde la escucha, ofreciéndote seguridad y comprensión, para que tú creas en ti y te sientas poderosa. Doy gracias a la vida por haberme cruzado con ella y gracias a ella por la labor tan bonita y necesaria que hace.
Pon
una doula en tu embarazo y seguro que conectarás con tu poder interior y, sobre
todo, nunca te sentirás sola.
Y
por último, agradecer el Blessingway, la ceremonia que me organizó con las mujeres más cercanas a
mí, una experiencia muy bonita que aconsejo a toda futura mamá.
Gracias
Concha por ser y estar.
Yasmina Latorre Zanón.
Nota: fotografías publicadas con el permiso de la madre y de la autora de las mismas.
Bellísima historia, relatada de manera tan profunda que las palabras parecen imágenes. Que gran trabajo el de las Doulas, saber que una mujer ha podido vivir su embarazo y parto de esta manera gracias a haber tenido un acompañamiento tan respetuoso y adecuado agranda un poquito más el corazón. Felicidades a la familia y a ti Concha.
ResponderEliminarGracias por comentar, el blog se alimenta de quiénes pasáis por aquí y lo decís, porque eso anima a seguir escribiendo y contando al mundo otra manera de verlo y entenderlo.
EliminarEn cuanto a la experiencia de parto, ciertamente es así. Ella ha hecho un gran trabajo personal para conseguir ser madre (este ha sido su particular caso) y ha obtenido una maravillosa experiencia: parir como quería.
En cuanto al trabajo de las doulas... pues la verdad es que sigue siendo invisible, ninguneado, diría que incluso por algún sector, despreciado.
Aunque a mi me da igual, lo hago porque amo hacerlo. Y mientras me sigan llamando para que acompañe, ahí estaré.
Reitero, gracias por tu comentario... aunque me habría gustado saber quien eres...